El martes que viene ya, por fin, tengo cita con la endocrina, para que me recete las hormonas. ¡Ya era hora! Total, desde medidados de julio, que fue cuando acudí por primera vez al médico de cabecera pidiéndole que me enviara a la UTIG de Málaga… sólo me he tirado un año y medio dando vueltas de un sitio a otro.

Menos mal que, cuando empecé con todo este tema, encontré colgados en youtube los videos de un chico que decía que hasta que empiezas a hormonarte, pasan un par de años. No siempre ocurre así. Hay gente que tarda más, hay gente que tarda menos, e incluso hay gente a la que se le niega el acceso a la hormonación, y tienen que reiniciar el proceso por lo privado, si es que lo pueden pagar. Como sea, en mi caso he tardado todo este tiempo. Perdí 3 meses hasta que conseguí llegar a la UTIG, porque mi médico de cabecera no sabía como enviarme allí, y ahora un par de meses más, porque entre la saturación de la UTIG (agravada por la navidad) y mis compromisos me han impedido conseguir una cita con la endocrina antes. El año restante corre a cuenta de la psicóloga.

La cuestión es que después de una larga espera… ¡Por fin va a llegar el día! Mis amigos me preguntan que si estoy nervioso, y les digo que no, que más bien estoy como los niños cuando esperan que llegue el día de reyes. Pero lo cierto es que sí que estoy un poco nervioso. Decía que no, porque en realidad ni yo mismo lo notaba. Es algo que me pasa a veces, estoy nervioso, pero no soy consciente de ello, aunque sí que sufro algunos síntomas, como por ejemplo, falta de concentración, o dolor de espalda. Sobretodo, dolor de espalda, porque cuando estoy un poco tenso, los músculos de la espalda se me empiezan a contraer, y se quedan cortitos, cortitos.

Al final a base de persistente dolor de espalda que no se me quita ni haciendo ejercicio, ni con masajes, ni con nada de nada, y de que no soy capaz de pasar más de media hora seguida haciendo algo serio, me he dado cuenta de que sí, que estoy nervioso. A veces soy un poco lento.

No sé exactamente por qué estoy nervioso, si no me dan miedo las agujas, ni los efectos secundarios de las hormonas, pero supongo que en realidad es normal que tenga algo de ansiedad, teniendo en cuenta toooodo el tiempo que llevo esperando. Además, el primer día de hormonación es el primer día de los dos años de hormonación necesarios para poder cambiar el DNI. También será el primer día a partir del que empiezan a haber cambios físicos, aunque tarden un poco en notarse (depende de la persona, hasta que no han pasado seis meses, no aparece ningún cambio visible) y tengo una gran curiosidad por ver qué pasa a continuación. He leido sobre el tema, he hablado con otra gente, he visto fotos, videos… pero no es lo mismo que vivirlo en primera persona, especialmente teniendo en cuenta que a los cambios son diferentes para cada persona.

Pensando en el tema de los cambios, que son muy lentos, se me ha ocurrido hacerme algunas fotos. Lo malo de los cambios lentos es que uno no los nota demasiado, porque se ve cada día, pero si me voy haciendo fotos, las puedo comparar ¿no? Quizá hasta grabe algún video, como aquel chico que vi en su momento en youtube, aunque no me veo colgándolos en ninguna parte :P.

Cuando pienso estas cosas, me sueno a mí mismo un poco infantil y un poco simple. Por eso es una suerte que en realidad siempre haya sido un poco infantil, y por tanto, esté acostumbrado a esa sensación. Algo bueno tenía que tener lo de ser friki, leer libros de fantasía, jugar a juegos en los que interpretas a un druida semielfo, o a un Jarl vikingo, o en los que comandas ejércitos de elfos que luchan contra los malvados uruk-hai. Así, cuando una tontería te hace mucha ilusión, no te sientes tonto, e incluso lo disfrutas.

Jo, que ganas tengo… Sobretodo si pienso que, además, lo más probable es que una vez que vaya a la endocrina y me pinche por primera vez, se me quite el dolor de espalda.