En el año 1997 (ya ha llovido desde entonces) me carteaba con un chico coruñés que era unos diez años mayor que yo, y tenía una pequeña editorial, donde, además, hacía trabajos de imprenta. En cierta ocasión me envió un paquete con algunas revistas de las que publicaba, y un poster muy bonito del puerto de Coruña, donde ponía “La Coruña, ciudad de futuro”, que estuvo colgado en mi habitación durante bastante tiempo. Con el tiempo, perdimos el contacto, pero desde entonces tenía un montón de ganas de ir a Coruña. Sólo han pasado 14 añitos hasta que me he podido quitar el gusanillo.
Por otra parte, desde el año 2004 tengo un amigo virtual en Santiago, al que nunca había podido conocer, aunque a través de las fotos que intercambiamos le he ido viendo quedarse calvo, engordar, adelgazar, ponerse en plena forma… Además de otros amigos virtuales que he ido haciendo en tiempo pre y post transicionales, que eran de la zona, y a los que sí había podido ver una o dos veces, fugazmente.
En estas ocasiones es cuando me alegro de haber hecho mi transición sin cambiar de ambiente. Muchas personas trans se mudan de ciudad y cambian de círculos de amigos, recomenzando sus vidas de cero. Atrás quedan los viejos amigos y conocidos (si es que los tenían). Todo su pasado queda enterrado, junto con su vieja identidad de género, a la que declaran literalmente “muerta”. Por delante tienen un futuro para vivir como hombres o mujeres cualquiera, sin que nadie, absolutamente nadie (tal vez ni siquiera los miembros de sus familias políticas) sepa que es trans.
A mí, personalmente, me parece un poco siniestro eso de asesinar al yo del pasado (es decir, asesinarse a uno mismo). Tampoco me gusta la idea de pasar el resto de tu vida en el armario, con miedo de que alguien sepa, descubra, note, o se entere de lo innombrable e impensable… Pero lo que más pena me daría sería perder el contacto con la gente que yo conozco.
Vale, a algunxs lxs dejaría atrás con mucho gusto, pero a la mayoría no.
Así que… las vacaciones estaban servidas. Cuando terminé las jornadas, pasé dos noches en casa del amigo del año 2004, y la última noche me trasladé a casa de otros amigos distintos. Hicimos, además, una pequeña quedada de gente que nos conocíamos entre nosotros (algunos desconocía que fueran gallegos). Estuve, además de en Coruña, en Lugo y en Santiago.
De Lugo, me quedo con la muralla, que es bastante curiosa, y con las tapas. Si vais a Lugo, id de tapas, especialmente por la zona de marcha que está dentro de la muralla (no sé si habrá otras zonas de marcha). No tiene nada que envidiarle a ningún sitio en que haya estado tapeando antes.
En Santiago, mis amigos tuvieron la santa paciencia, nunca mejor dicho, de tragarse tres cuartos de hora de misa en la catedral para que yo pudiera ver el Botafumeiro, que me hacía ilusión, porque hace unos 20 años, cuando fui a Santiago con mis padres, nos quedamos sin verlo y tenía la espinita. En mi opinión mereció la pena. Más tarde volví y pude ver la catedral, ya vacía (y gratis, no como en Granada, que te cobran 3€).
Me habría gustado ir a abrazar al santo, por aquello de comprobar si es verdad que Dios y sus amiguetes ven tan mal a los gays, las lesbianas y los transexuales. Teniendo en cuenta que yo solito represento al colectivo GLTBI prácticamente entero, de ser cierto eso que dicen, lo mínimo habría sido que alrededor del apóstol surgiese un campo de fuerza que me impidiese abrazarlo. O que me hubiese caído un rayo. Por otra parte, ya tengo pruebas más que suficientes de que, o Dios en verdad no existe, o no me odia tanto como dicen, y teniendo en cuenta que había que hacer como mínimo dos horas de cola, decidí que ya estaba bien.
También me hicieron un buen recorrido turístico por las calles de Santiago, que es una ciudad preciosa. Hicimos más turismo gastronómico (creo que durante esa semana comí más pulpo que en todo el resto del año junto… que rico). Quedamos con más gente que llegó después, hicimos fotos, charlamos…
Un montón de cosas que no habría podido hacer si hubiese huido de mi pasado, hubiese matado a mi “antiguo yo”, y hubiese recomenzado de cero. Puede que haya días que me canse de tener que estar explicando quien soy a gente que hacía mucho que no veía, pero ninguno de esos días fue mientras estuve en Galicia. En realidad, esos días son los menos… Sinceramente pienso que merece la pena hacer el esfuerzo de “transitar” en el mismo círculo en que te movías. Al principio me daba mucho miedo, y en realidad lo único que quería era esconderme debajo de tierra y que no volviese a verme nadie más, pero ahora me alegro de haberlo hecho.
Bonus:
1) Por primera vez en los tres años de vida de “Aprendiendo a vivir de otra forma”, podéis verme la jeta en el blog. La verdad es que es una tontería que habiendo salido en un montón de fotos y videos de eventos realizadas y distribuidas por otras personas, que no tengo ni idea de a quien han llegado ni como, no salga en mi propio blog. Así que… con todxs ustedes… el video del curso de verano Suxeitos Emerxentes, de la la Universidad de Coruña.
[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=cPjUmNthW5I]
2) En segundo lugar, durante mi charla quedé con una chica en que le enviaría el texto de la reclamación a la defensora del pueblo respecto al Test de la Vida Real. Me dio mal su dirección de e-mail y no he podido enviarle nada. Así que, si lee esto, o lo hace alguien que la conozca, por favor, que le de mi dirección (kagu-kun@hotmail.es) para que se ponga ella en contacto conmigo.
3) En un centro comercial de Santiago (el de Fontiñas, o algo así se llama la zona) encontré la siguiente escultura. La amiga con la que iba, opina que es un hombre. Yo también, aunque más bien opino que es un hombre transexual. Me incliné a mirarle los genitales, y no había ningún pene representado… pero sí había pelvis, es decir, que no quedaba “oculta” discretamente bajo los faldones de grasa abdominal. ¿Qué opináis vosotros?
4) Siguiendo el ejemplo de Vengatriz, me he apuntado a un concurso de blogs. Eso sí, si queréis votarme, tenéis que registraros en la página correspondiente, y luego podéis hacer click en el botón que veis en la barra lateral.
5) Pensé que colgaría esta entrada mucho antes, pero es que no tengo tiempo de nada!!
Para mí, la estatua también es un hombre trans, o un intersexual (que, en el fondo de los fondos, viene a ser lo mismo). En todo caso la masculinidad creo, proviene del «espíritu» y la actitud de la figura, no de los atributos femeninos del físico (evidentemente, una provocación). La obra está chuli de la muerte, y semeja un Buda que ningún coleccionista podría dejar escapar.
En cuanto a transicionar en tu entorno, o de contrario «renacer» en otro nuevo, no creo que haya una forma mejor que otra, supongo que depende de la personalidad concreta y de como haya vivido hasta entonces… (y de su situación espacio-temporal, responsabilidades, etc.)
Lo que es absurdo es que siga siendo tan traumático y horripilantiforme, el trago…»¿no nacieron los demás?… pues si los demás nacieron, ¿qué privilegios tuvieron, que yo no gocé jamás?»… (Segismundo dixit).
Si quedamos en que los humanoides somos todos iguales, ¿qué tan grave es ser mujer naciendo hombre, y a la recíproca y vicevérsica?… En fin, a lo mejor es cierto que estamos en el alba de un tiempo nuevo, y nosotrxs somos el germen de la nueva humanidad (o algo igual de cursi y redicho).
Besines y besucos!
Sí… es totalmente absurdo que el hecho de transicionar tenga que ser una experiencia tan traumática… para los demás. Tanto hablar de igualdad, de que no importa si los demás son hombres o mujeres, y cuando llega la hora de demostrarlo, la mayoría se queda fuera de juego.
Y realmente no es para tanto, porque seguimos siendo las mismas personas…
Creo que de no existir esa presión social, muy pocos se plantearían lo de «renacer» en otro entorno.
Por cierto, con «provocación» quería decir: «provocación artística».
Y mesepasó decir que el recorrido gastronómico «pulpo va, pulpo viene», tuvo que ser de antología… ¡mira que me gusta a mí el pulpo!, ¡del pulpo me gustan hasta los andares!… Ahora que caigo, en ese vidrio de Motril que me pasaste (¡no te dije que tu padre se te parece un montón!), salía un restaurante que hacía un pulpo a la parrilla que se te saltaban las lágrimas (de pena por el pobre animalico)….
Ya, ya había entendido lo de la provocación artística. Y sí, en Motril hay sitios donde hacen un pulpo muy rico, pero en otro estilo. Sea como sea, el pulpo nunca está de más.
De la escultura yo tb opino que es un hombre trans, y lo de q la grasa abdominal oculte si tiene o no pene, ahí radica parte de la provocación, a mi parecer, xa q cada uno piense lo que quiera, jeje.
En cuanto a lo de cambiar de ambiente, estoy contigo, lo bueno es poder mantenerte entre la gente q te rodea y a la que quieres y q te acepten o no como eres. Me parece muy triste tener q «emigrar» y comenzar de 0 olvidándote en cierto modo de quién has sido y dejando atrás todo lo que conlleva ese pasado…
Además, pensándolo bien… alguien que decide comenzar de 0… ¿No será que en el fondo cree que jamás tuvo ninguna relación de auténtico cariño con otras personas, y por eso no le importa dejarlo todo atrás?
Sí, claro, así es… sientes que todo ha sido falso, y envilecedor, pues toda tu vida, día tras día te hace sentir cobarde y enajenada. Cambiar de ambiente y empezar de cero, es imaginar un amanecer lleno de luz y de flores que te espera en la otra orilla, es liberarte y volverte de verdad una persona, con sentimientos de verdad.
Yo me he sentido así, por eso sé de lo que hablo, y esa es la explicación de las dependencias del alcohol y de otras drogas, y de los trastornos mentales de muchas personas trans… no es para olvidar, sino para destruirte que lo haces…
Pero me estoy poniendo otra vez deaquellamanera, lo mejor es que vuelva a pensar en el pulpo!
Besos!
Una curiosidad: ¿Sabes que en la carta de Tarot de «El Diablo» (la de Marsella) se representa a Satán con cara de carnero, pechos femeninos y pene? Por lo demás, la escultura sí que parece un hombre transexual.
Pues en algún momento del pasado sí que lo sabía, pero no me había vuelto a acordar hasta que lo has comentado. Aunque esa relación entre los cuerpos no binarios, los entes demoniacos, y la hipersexualización no parece muy sana 😛
P.D. Así no vas a regular tus ritmos de sueño, no.
No he dicho que lo sea, era sólo algo que siempre me llamó la atención, ya sabes que soy «cartómana» desde hace muchos años, pero la idea de base es muy anterior a la transexualidad (no digo que el fenómeno no haya existido siempre, lo que no existía era la cirujía ni el tratamiento hormonal). Para mí, el diablo se representa como hombre y mujer porque el mal es masculino y femenino, todos somos vulnerables ante él; el diablo es un reflejo de nosotros mismos. ¡Un abrazo!
Uff Pablo, me has dado ahí, lo que es la vida. Resulta que en Santiago de Compostela vive mi hermana, así que voy casi todos los años por allí. He hecho el camino de Santiago tres veces, hace mucho ya, casi ni me acuerdo, pero tengo que decir que si alguien me anima, hasta lo mismo vuelvo a repetir, aunque probablemente espere a tener el nombre oficial cambiado. Y por si fuera poco allí vive mi amiga Sandra, así que, como ves me llama Santiago de Compostela, de hecho el lugar donde has tomado la foto de nuestr@ amig@ intergénero es el Area Central, por donde he paseado muchas veces, ya que cuando llueve (y mira que llueve) es un lugar donde se junta mucha gente. ¡Ah y lo del Pulpo, conozco dos sitios especiales: Casa Ezequiel (en el camino, creo recordar que está en Arzua o en Melide), y en Monteroso, lugares que recomiendo para degustar tan preciado bocado.
Yo estoy de acuerdo contigo Pablo, probablemente el lugar mejor para hacer la transición sea en donde vives, con tu familia y tus amigos/as. Yo creo que hasta ahora he tenido bastante suerte y la gente lo va aceptando bastante bien, en mi caso no veo mucho trauma a mi alrededor. Casi siempre se centra en como puede llegarle a mis hijos por terceras personas. De momento no les llega nada o casi nada.
La alternativa de empezar de cero creo que se nos ha pasado a todxs alguna vez en nuestra vida, pero al final, no sé si tampoco es una solución ideal, sobre todo porque los que te van conociendo con tu nueva identidad finalmente puedan enterarse de la biológica, para más recochineo a lo mejor no te conocen tan bien como las personas que te conocen desde siempre, que una vez ven que sigues siendo la mismx, pueden llegar a admitirnos y ya está.
Besos