Continuando por donde iba…
– L*s que tienen prejuicios débiles. Hay personas que sólo tienen algunas nociones respecto a la transexualidad. Generalmente son ciertas ideas muy simples como “nunca me acostaría con alguien que haya sido un hombre/una mujer” (curiosamente, este pensamiento aparece en hombres hetero y gays, pero no suele darse en mujeres), “que la seguridad social costee las operaciones de cambio de sexo es un gasto innecesario”, “todas las transexuales son prostitutas”, “el que se cambia de sexo es porque quiere llamar la atención”, “todas las transexuales visten con ropa ceñida, de colores y brillante, y se pintan como puertas ¿por qué no son un poco menos discretas?”, “un transexual es un hombre al que le gustan tanto los hombres que llega a creerse mujer”. Simplemente, nunca se han parado a revisar esos pensamientos, que han recibido de la calle o de los medios de comunicación, en forma de chistes o de reportajes carentes de interés. Estos prejuicios se derriban muy rápidamente en cuanto se contrastan con la realidad, y en cuestión de 10 minutos puedes encontrarte ante una persona “normal”.
– L*s transfóbicos. Tienen prejuicios fuertes. Han recibido los tópicos anteriores, han pensado sobre ellos, han hablado sobre ellos, los han elaborado, los han recubierto de una gruesa capa de asco y odio, y luego los van escupiendo a diestro y siniestro, sin mirar donde apuntan. En mi opinión lo más sano es interponer cuanta más distancia, mejor. Si te acercas a ell*s puedes acabar con un escupitajo en el ojo, así que tú mism*. Por cierto, no tod*s son cristian*s, o de derechas. También l*s hay de izquierdas, ateos, progres, gays y lesbianas, feministas y queer. Lo que viene siendo que en todas partes cuecen habas.
– L*s que saben algo de psicología. Ya sean estudiantes, recién licenciados, o psicólogos expertos, estas personas son terreno baldío. Conocen bien la biblia-investigaciones emitidos por l*s sacerdotes-psicólog*s de su Dios-Ciencia, y es imposible hacerles renunciar a la fe que profesan. Parecen recuperables porque hablan como si quisiesen y estuviesen a punto de entenderlo, y te dicen cosas como “un trastorno no es una enfermedad” – pero luego te describen un proceso patológico -, “siempre se debe respetar la opinión del paciente” – a no ser que tenga una opinión que se salga fuera de lo permitido en la biblia-manual -, “en realidad todo esto se hace para proteger a la persona y facilitarle su transición” – como en el chiste de aquel niño que ayudó a una ancianita a cruzar la calle, aunque ella no quería -. Tú piensas que si les explicas las cosas, pueden llegar a entenderlas, pero no… si esta tarde te despides de ell*s pensando que les has dejado convencid*s, mañana por la mañana descubrirás que han vuelto al punto de partida, y que durante la noche se han dedicado a reelaborar su discurso para devolverte las mismas ideas con distintas palabras, o el mismo perro con distinto collar. No merece la pena intentar explicárselo una segunda vez, porque va a volver a pasar lo mismo. Y la cuarta, y la quinta… Si encima ya conocen a otras personas trans, olvídate, se trata de un caso perdido. Existen, sin embargo, honrosas excepciones de psicólog*s que constantemente cuestionan los postulados de la psicología, los comparan con la realidad, y dicen “esto sí”,“esto no”, “esto me parece dudoso”. Ningun* de ellos trabaja en las UTIG, que se sepa, aunque much*s tienen consultas privadas y/o son activistas.
– L*s miopes. Son l*s más difíciles para mí. Son esa cajera del supermerca, el vecino jubilado del tercero, los niños que te cruzas en el ascensor… y que no importa que te hayas puesto un vestido, lleves el pelo largo, y uses un sujetador de la talla 95, te siguen saludando «Hola chico», porque nadie les ha dicho nada, y claro, ell*s no se dan por enterad*s. Creo que es una mezcla de sentimiento de privilegio (no reconocimiento de la autenticidad de la identidad de género de una persona trans en comparación con sus propias identidades cisexuaels) mezclada con un deseo de no molestar, que les lleva a no reaccionar a no ser que se les den instrucciones precisas. Yo esta mañana he tenido ganas de partirle la cara a un señor, cuando he comentado que iba a quitar el coche para que otra persona pudiese aparcar en mi lugar, y el tipo ha dicho «vale, ya va ella». Si no fuera porque tenía muchas cosas que hacer, me habría parado allí mismo y le habría dicho «¿A quién llama usted ‘ella’?» Con la señora que viene a limpiar a casa de mi madre, estoy que no sé que hacer. Es evidente que no se quiere dar por aludida, lo que ya anuncia una hostilidad por su parte, y la situación está empezando a ser tan ridícula que no se me ocurre ninguna forma de decirle que soy un hombre sin insultarla por el camino. «Perdona ¿has pensado en ir al oculista? Porque necesitas gafas con urgencia. No, en serio, si no te has dado cuenta de que soy un hombre, deberías hacértelo mirar». Las personas «miopes» se merecen ser puestas en ridículo, por ridículas, pero generalmente son suficientemente cercanas como para que no se las pueda tratar de cualquier manera.
Con todo respeto, la verdad quisiera enteder a las personas transexuales, yo hubiese dado cualquier cosa por no haber tenido que pasar por todo lo que pase por mi vida, a mi me cambiaron a los 15 días de nacido por la negligencia y ridiculez de pensamiento de un médico de la época en la que nací.
Nací con los testiculos sin descender y por eso no se desarrollo mi pene antes del nacimiento, asi que era un micropene, entonces al ridículo médico se le ocurrió mejor quitarme los testículos y decirle a mis padres que me criaran como mujer, ellos siguieron fielmente las recomendaciones del médico e incluso me educaron en un colegio de mojas, a los 18 años me implantaron senos y me hicieron una neovagina, al transcurrir de mi vida afronte varios lios sentimentales, hasta que pasaron 38 años y llegue por esas cosas que tenía planificadas Dios, a una consejería en la iglesia cristiana evagélica, y ahy salió a la luz mi verdadera naturaleza la que Dios creó desde mi fecundación, la de un VARON, yo tardé en creer esa verdad casi un año, hasta que decidi perdirle a mi endocrinólogo una orden para un cariotipo, y que creen? salio 46 XY, esto sucedió en Quito Ecuador, sin embargo fui a Bogotá a realizarme el examen allá, y arrojo el mismo resultado, luego me hice una ecografia pelvica y la sorpresa fue mayor, tengo próstata y vesículas seminales, asi que obligue al médico a revertira el proceso y en lugar de suministrarme estrógenos que jamás hicieron nada en mi cuerpo a parte de ocasionarme osteoporosis y migrañas cada semana, me suministrara la hormona que corresponde a mi estructura genética y mis órganos receptores de andrógenos, la testosterona, y saben con oración y el medicamento los cambios se han dado en sólo 7 meses.
Así que a todas las personas que se la pasan cambiando su género del que Dios les ha dado, sinceramente no las entiendo, y me gustaría poder hacerlo para ayudar, pues en cierto modo yo pasé por una situación parecida, y sólo Dios, Jesucristo y la ayuda del Espíritu Santo ha podido hacer lo que está haciendo en mi.
Pueden ver el documental que hicieron sobre mi vida en el siguiente link:
http://www.caracoltv.com/producciones/informativos/septimodia/video-212130-nacio-hombre-crecio-mujer
Y a todos los que quieran compartir vivencias les dejo mi email:
alexander.largo@hotmail.com
Bendiciones a todos y todas.
Hola Alexander:
Siento mucho todo lo que has tenido que pasar. Los médicos han cometido muchas barbaridades con las criaturas intersex, realizando intervenciones quirúrgicas en la creencia de que la educación condiciona el desarrollo del género de una persona por encima de cualquier otra cuestión, cosa que las personas trans llevamos mucho tiempo demostrando que es falsa, y que también habéis venido a demostrar, tristemente, muchas personas intersex desde la experiencia de vuestros cuerpos mutilados.
La asignación de sexo forzosa no es una experiencia única de aquellas personas que habéis nacido con una cierta ambigüedad genital, sino que es común a todas las personas. El médico es el que dice en el momento del nacimiento si eres niño o niña, en función de si tienes o no tienes pene y testículos, sólo que en vuestro caso, es del revés: primero se asigna el sexo, y luego se arregla lo que haya que arreglar para que el cuerpo «encaje» en el modelo.
Empiezas tu escrito diciendo «con todo el respeto» y «me gustaría entender a las personas transexuales». Sin embargo, ni tienes respeto, ni buscas entendimiento. Vamos a ver…Tú, un hombre que no tiene pene (igual que yo), que necesita inyectarse hormonas para masculinizar su cuerpo (como yo, sólo que mi cuerpo debe ser más proclive a la masculinización, pues mi tratamiento funciona sin necesidad de orarle a nadie), que ha vivido durante más años que yo como mujer, sin serlo en ninguno de los dos casos, que se ha puesto implantes de pecho (cosa que yo no he hecho)… Tú que, como yo, has tenido relaciones con hombres como mujer… ¿Tú vienes a decirme que eres más hombre que yo, porque tus cromosomas dicen XY y los míos XX? Después de que los médicos dijeran que debías ser mujer porque tu cuerpo no era suficientemente bueno para ser hombre ¿Vienes a decirme que yo debo ser mujer porque mi cuerpo no es suficientemente bueno para ser hombre?
Así que ahora que has encontrado algo en tu cuerpo que te hace más hombre que yo, vienes aquí a decire que Dios te concedió el privilegio de ser hombre, mientras que yo no lo tengo, y por tanto lo mejor para mí sería resignarme y volver a ser mujer.
Pues si realmente respetas y quieres entender, piensa que no tienes más privilegio que nadie para ser lo que tú quieras, o quien tú quieras. Piensa si quieres, que a las personas transexuales Dios también nos hizo como somos, hombres y mujeres con cuerpos que no se corresponden con el modelo de lo que deberíamos ser. Porque el varón o la mujer no residen en tener unos genitales, o unos cromosomas, o que te gusten las mujeres o los hombres, la ropa que te pongas, o cómo te guste vivir tu vida. El ser hombre o mujer está en el sentimiento y la voluntad de cada persona, que después de pensarlo bien, de contrastar todas sus experiencias y deseos encuentra quién y qué es en realidad.
La experiencia de las personas intersex que en algún momento deciden transicionar de un género a otro es muy similar a la de las personas transexuales a nivel social y familiar, si bien en el caso de las personas intersex, se os somete a una violencia médica, brutal e intolerable, sobretodo teniendo en cuenta que tiene lugar durante la infancia, momento en que estáis indefens*s, por lo que, al llegar a la vida adulta, al sufrimiento de vivir en una identidad de género que no es la vuestra, se une a la indignación contra las personas que os asignaron y os introdujeron a empujones en un género erroneo. Sin embargo, eso no os da derecho, ni por un sólo instante, a creeros superiores, más merecerdor*s, o más naturales que nosotr*s. Si realmente quieres respetar, empieza por no pensar que eres más hombre que alguien, y mucho menos por venir a decirme que te crees más hombre que yo (porque estás muy equivocado).
Alexander: Lo siento. No creo que se pueda decir otra cosa. Sólo espero que los médicos en la actualidad actúen de modo menos negligente ante esas circunstancias. Cabe decir, haciendo de defensora del diablo, que el médico que condicionó tu vida de ese modo probablemente creía estar actuando por tu bien. Es que, para empezar, desde el momento en que disociamos el sexo con el que se nace del género, sobre todo para quien considere que inhibiendo la acción de las hormonas y educando en determinada dirección, el género es algo en lo que se educa, se puede caer en el error de pensar que condicionando al sujeto reconducimos su género a lo que más sencillo resulte. Viendo vuestras experiencias se ve que no es así: que existe una identificación con un género u otro independiente tanto del sexo con el que se nace como de la educación que se reciba. ¿Cómo se produce esta identificación? ¿Qué es lo que la condiciona? ¿Quizá variables de personalidad? No tengo ni idea, pero al final la identificación con un género sería un sentimiento que se manifiesta en una serie de conductas. En vuestro caso, os sentís hombres, luego actuáis como varones. ¿Cómo actúan los varones? He ahí la cuestión, porque no es algo que se resuelva con un «os gustan las mujeres», pues la orientación sexual es un asunto diferente: existen hombres que se sienten hombres, con ningunas ganas de cambiar de género, y a quienes lo que les atrae sexualmente son los hombres; del mismo modo que hay mujeres que sintiéndose muy mujeres lo que les atrae sexualmente son otras mujeres. Entonces, supongo que es algo que se refleja en el modo de expresarse, de vestirse, en las aficiones que se eligen…y quizá, y se me ocurre que esto puede ser lo fundamental, en el modo de empatizar; en que algo que no salta a la vista te haga decir «empatizo con el hombre y el ser que percibo como distinto es la mujer» o al contario «empatizo con las mujeres, el distinto es el hombre». La verdad es que estoy divagando mucho, saber no sé nada, pero hay situaciones en las que lo prioritario es aceptar y respetar, que a entender nos irá ayudando la ciencia según se desarrolle.
Pablo: Espero no andar muy desencaminada. Sólo comentar que lo que hace el médico cuando nace una criatura es certificar, al decir si es niño o niña, con qué genitales se ha encontrado, es una descripción que entiendo como física. El médico no está en condiciones de describir ni qué orientación sexual tendrá la criatura ni con qué género se va a identificar. No creo que sea algo que deba reprochárseles. Lo que sí es reprochable es que llegaran a ejercer esa violencia con los intersex; esto además indican que necesitan mucha formación en cosas que van más allá de la medicina.
Abrazo a ambos
Querido Pablo:
Con respecto a tu clasificación, a las personas que saben algo de psicología, a mí lo que me indigna es que por haber leído una serie de artículos escritos por otras personas cis (incluso los supuestos expertos se han limitado a eso), se crean que saben mejor que tú lo que sientes o como ves el mundo… yo alucino! ¿es mera prepotencia? o ¿realmente se creen que las personas, trans o cis, tenemos una etiqueta en la espalda, identificable al pasar por caja?…
Algunos, como nuestra querida Cristina, como tú bien dices, están mucho más cerca o ya por encima, de la lógica que significa escucharnos con verdadero interés, para saber lo que pensamos (perogrullo dixit).
Para resumirlo, diría que me encanta, Vengatriz, la forma que tienes de orientar tus comentarios, porque es así, es ese tipo de respeto el que define a una persona sensata y sensible…
En cuanto al sentimiento de ser mujer (u hombre) no es distinto del tuyo, supongo… Es decir, si alguien te preguntara ¿por qué te sientes mujer? quizá te bastase con decir, «no lo sé, pero me siento así»… también tiene mucho que ver con la negación de lo otro. Diría que somos muchísimxs lxs que nos damos cuenta de que no encajamos cuando nos dicen que somos de un sexo-género y no del otro, que nos resulta mucho más nuestro… El resto es una evolución de años, de ir comparando, aprendiendo, sintiendo, experimentando… muchas veces en contra de una «identidad defensiva», o muchas sucesivas y superpuestas, que nos constriñen como si tuviéramos una serie de capas de pintura tapando la superficie original de nuestro alma y nuestro corazón… de ahí, de esos conflictos, viene el sufrimiento, mayor o menor (según la persona), pero siempre «exagerado» para el observador externo. «Vale, eres una mujer (o un hombre), pero ¿por eso tienes que sufrir tanto?…» les falta decir lo que piensan: yo también lo soy, y no sufro nada, o casi nada…
En cuanto a Alexander y a su presunción de que, si tengo próstata y vesículas seminales, no soy una mujer porque Dios así lo quiso; no sólo a él sino a toda esta gente que enarbola su fe religiosa para insultar a los demás, solo les diría que si su Dios es en verdad omnipotente y omnisapiente, seguramente jamás serán capaces de entender sus designios, e intentar abarcar el pensamiento de Dios es un terrible pecado de soberbia, ¿no? (si no se les habla en su «idioma» no entienden nada).
Jo, Pablo, me has dejado anonadada con tu respuesta (a un intersexual-fundamentalista-religioso, por oxímoron máximo), me la guardo en el corazón, para variar. Por cierto, estoy totalmente de acuerdo con Kim en lo de que tanto tú como ella deberíais almacenar de forma más accesible vuestros escritos y vuestro pensamiento (de una altura pocas veces alcanzada en la historia de la humanidad! (toma ya peloteo, jajajaj))
Muchos besos!!
Pues yo voy a ser impertinente y diré que Satán me ha hecho así, rarx! (esto para tocar un poco las pelotas a los hombres tan hombres, ramalazo feminista)
Bueno ahora en serio, Pablo me gusta mucho tu blog, aun no he leido todo pero se respira tranquilidad, no se como explicarlo, ante lo duro que es desencajar por un tema tan intimo y básico como la propia identidad, y más la sexual (que es mucho más que orientación, aunque a veces me parece que incluso los grupos lgtbq+ no alcanzan a analizarlo en su globalidad) tratas el tema y tu propia experiencia con una capacidad y un temple que no he visto en muchas ocasiones.
Yo no soy transexual, conozco a varixs (que mal suena ni que furais animales de feria, si os considero personas «normales», las comillas no van por vosotrxs sino porque no me gusta la palabra, ni pa mi), dos son amigo y amiga que quiero muchisimo, otrxs no lxs aguanto, de todo hay en la villa de Satán, jeje. Y admito que he pecado en una cosa (Satán me azotara), con la amistad que me une a esas dos personas… no me he atrevido a decirles que no entiendo su sentimiento y que me expliquen! no es plan morbo, es en plan que quiero saber más de esas dos personas pero tengo miedo de no ser capaz de enterlo y que eso les duela. Cuando me refiro a enterlo no me refiero en plan ideologico e, el derecho al propio cuerpo tanto a cambiarlo como para resistirse al cambio lo tengo muy asumido (yo me resisto acambiarlo porque me gusta el mío, ese que Satán me dio y que no pega ni con el pegamento más potente del mundo, tengo un coño que me encanta, la regla todos los meses y un patrón de vello corporal masculino, hirsutismo lo llaman, aunqu no tengo barba, con la edad todo llegar´), me refiero a que quiero empatizar esa vivencia que se me escapa, y que a menudo me argumentan con cosas que no me sirven, para mi sentirse hombre o mujer no puede ser por las aficiones, vestimenta… que es ser mujer o hombre? se defiene por esas cosas externas? para mi no, nunca me he sentido mujer, quizas porque lo que dicen que es ser mujer pos no, pero no me siento hombre, me siento yo. Pero tengo claro que hay gente que se siente hombre o mujer, desde dentro (me importa un pepino que sea cis trans revuelto o inverso), sin explicaciones porque la propia identidad no se explica, se es. Pero nos exigen definirnos con respecto apatrones establecidos, y nos sentimos obligadxs, todxs, explicar esa identidad con unos terminos erroneos o viciados, la identidad no es cultura o biologia, la identidad es, y es por influencia de todo, desgracadamente una de las principales influencias en la presión social y cultural, en un mundo ideal no necesitaríamos identificar a nadie, lo que no quita que cada persona tenga su identidad, porque no somos personas vacías, sino que llevamos dentro experiencia, deseos, miedos, necesidaddes….
Me he desviado, solo quería decir que para mi la identidad es algo complejo y profundo, que no es un mito que haya personas que que no son ni hombre ni mujer, igual de cierto que hay hombres y mujeres de muchos tipos, pero que la incesante presión por hacermos encajar en su clasificación arbitraria nos impide ser nosotrxs mismxs.
Bueno la verdad es que ahora mismo hay mal rollo con un amigo y me temo que el tema este de alguna manera está afectando a la relación, tengo la sensación de que en nuestra búsqueda de nuestras identidades y de nuestro propio lugar tanto su realidad como la mía crea una barrera, no se como explicarlo, nos estamos distanciando quizas porque sus otras amigos transexuales no me ven con buenos ojos (yo a lellos tampoco pero por ideología, pero es que la ideología afecta en la forma que tenemos de buscar nuestro sitio en una sociedad que no nos da la opción (o nos lo pone muy duro) para ser nosotrxs mismxs). Es decir, alguna vez has pensado que que algunos argumento y actos de personas trans puedan herir a personas no trans? en este caso los amigos de mi amigo me denigran porque no cumplo los requisitos de género que ellos y ellas consideran que se deben cumplir, y mi amigo no es así, pero tengo la sensación de eso le esta pesando, y en mi contra. Me he llegado a plantear que puedo resultarle transfoba, solo porque no sosporte a un matxista haya nacido o no con un pene entre las piernas.
Agradecería vuestra opinión sincera porque no se ni como abordar la situación, es decir le doy la vuelta al post y pregunto: como relacionarse con personas trans cuando eres cis anormal (degenerada que no tiene intención de ser generada).
Zorionak por ser tu y perdon por usarte de consultorio.
Xomorro
¡Hola, Ángela! Gracias por valorar tan bien mi comentario. Le tengo dicho a Pablo que si alguna vez la cago que me regañe, ya que imagino que, como todos, tengo mis problemas, digamos, educativos y alguna vez puedo saltar con un prejuicio o con un comentario que pueda sentar mal sin darme ni cuenta. Si lo hago, me lo hacéis notar y atribuidme buena fe, porque en serio que voy con buena fe. Este blog me está enseñando a comprender las realidades de otras personas y tengo cierta vocación por la psicología (soy psicopedagoga) y, sobre todo, me está enseñando que la empatía hacia los demás debe quedar por encima de la comprensión racional de lo que les ocurre, basta con entender cuándo alguien está sufriendo o está luchando por su felicidad y respetarlo porque, siempre y cuando no dañe a nadie, está en su derecho. La vida es muy corta y nuestra mayor misión es encontrar nuestro sitio y sentirnos realizados.
Xomorro: Cada cual es como es y si tú no necesitas cambiar nada, me parece de ptm 😉 porque ese es el estado ideal: la aceptación y satisfacción con uno mismo.
Abrazo a ambos.