Objetivamente entiendo que algunas leyes, como las que regulan la inmigración, son necesarias. No se puede permitir la libre circulación de personas y objetos entre distintos paises, pues podría producirse un grave desequilibrio de la economía, eso sin contar con que el país que albergase a todo aquel que quisiese vivir y trabajar en él, muy pronto se vería lleno de delincuetes importados de todos los rincones del mundo.
Cuando veo a la gente jugarse la vida para llegar a España como sea, subidos en una barquicuela, encerrados en la parte trasera de un camión, o usando los ahorros de toda su vida para comprar un billete de avión y trasladarse a otro continente con una o dos maletas, dejando atrás todo su pasado, su cultura y suss familias, me cuesta más entender esta ley. O cuando les veo viviendo aquí en las condiciones más miserables, pero contentos, y creo que es porque las condiciones son mejores que las que tenían en sus paises.
En el pueblo de mi padre hay muchos inmigrantes ilegales, y un enorme cuartel de la Guardia Civil. Antes, cuando llegaba una patera, un guradia civil iba a buscar a uno de los vecinos de mis padres, marroquí, para que hiciera de intérprete. Se ponía debajo del balcón, lo llamaba a voces por su nombre, y el hombre bajaba a ayudar. Todos sabían que no tenía papeles, como también sabían que era inteligente, alegre y muy trabajador.
Cierto día, por un motivo que desconozco (tal vez una denuncia, o quizá una orden de arriba), la Guardia Civil hizo una redada. En cuanto se corrió la voz por el pueblo, una desbandada de personas, sobretodo marroquíes y rumanos, salieron corriendo de sus casas a esconderse donde pudieran hasta que pasar a el chaparrón. Todos ellos eran vecinos y trabajadores del pueblo, y la mayoría eran apreciados por sus jefes y por los otros vecinos. A la hermana de aquel que hacía de traductor, la cual a sus veintipocos años había cruzado el Mediterraneo en patera (no digo «el estrecho» porque en esta zona no hay nada de estrecho, sino que es bastante ancho) para venir a España a trabajar como una campeona (estaba empleada en un invernadero, según recuerdo), la cogieron y la devolvieron a Marruecos. Por suerte su jefe la ayudó a regresar, esta vez con un contrato de trabajo. Supongo que otros no han tenido esa suerte.
Al recordar esta historia y otras similares, no puedo evitar pensar que esta gente no merece vivir con miedo de que les deporten el día menos pensado, o estar encerrados en España porque si se marchan no podrán volver. Como aquel que durante casi tres años estuvo sin ver a su hija nacida en Marruecos después de que él llegase aquí, también ilegalmente. Por eso, no podría criticar a alguien que se saltase las leyes y cometiese algún acto ilegal para ayudar a que estas personas consiguiesen un permiso de residencia. A veces hay motivos para hacer este tipo de cosas, una causa justa. ¿O es que nadie ha defraudado nunca a Hacienda, que somos todos?
No sé si esto (saltarse alguna que otra ley) es lo que ha hecho Laura Bugalho, activista gallega que ahora está acusada de falsedad documental y favorecimiento de la inmigración ilegal. La policía dice que sí, los jueces están con ello, y a ella no le he preguntado, porque creo en la presunción de inocencia, de modo que, hasta que no se demuestre lo contrario no ha hecho nada malo. Preguntar es dudar. Además, francamente, tampoco me interesa saberlo. Tanto si la acusación es cierta como si no, mi opinión es que no merece ser condenada.
Laura es una mujer alta y enérgica, habla de manera vehemente, pero sin arrogancia. No va de víctima. La he visto poco tiempo, pero nunca la escuché decir que no mereciera lo que le estaba pasando o presumr de sus buenas acciones o de a cuanta gente ha ayudado. Creo que, si llevó a cabo esas falsificaciones de las que se le acusa, debió hacerlo sabiendo a lo que se exponía, y aceptó el resigo porque era lo que tenía que hacer. No es una mártir, y le da miedo ir a la cárcel, perder la libertad y perder de vista a su gente, no poder seguir cuidando de ellos.
Las personas anónimas que casa día se esfuerzan en hacer de este mundo un sitio algo mejor, sin ganar nada a cambio, no reciben premios nobel, sino demandas judiciales. Los premios son para los políticos que hacen las leyes que, a veces, no queda más remedio que contravenir (repito, desconozco si Laura hizo o no hizo algo ilegal, en ningún momento pretendo dar a entender que sí, porque, de verdad, no tengo ni puñetera idea. De hecho, es inocente mientras no se demuestre lo contrario, así que parto de la base de que no, no ha cometido delito alguno). Y encima, los políticos cobran por lo que hacen, mientras que, por lo general, los que ayudan sin más, ponen el poco dinero que pueden tener. Que mundo más raro este.
Cuando se piensa en una situación con nombres y apellidos, casi nadie es partidario de que se aplique la normativa general que ha de regir ese caso.
Fulanita mata a sus padres con un hacha. Al ser menor de edad a los dos años (por decir algo) está en la calle tras haber pasado por un correccional. ¿Es que alguien quiere que la pobre Fulanita pase su vida en la cárcel por haber acabado con la vida de dos personas? ¿alguien es tan malvado para desearle mal a Fulanita?
Menganito, sin carnet de conducir, conduce borracho y atropella y mata a un matrimonio y sus hijos de 2 y 5 años. ¿Quién quiere que Menganito pase el resto de su vida en la cárcel? ¿Quién es tan malo para querer eso?
La justicia debe ser ciega. ¿Debe devolverse a su país de origen a una persona que entra ilegalmente en España para establecerse aquí? Pues sí. ¿También si se llama X y es trabajadora y buena gente? Pues sí. O cambiamos la normativa y dejamos que todos los que sean «buenas personas» se queden.
Es cierto que hay muchas leyes injustas y que no merecen ser respetadas. No voy a ser yo quien critique al que no las respete. Las leyes no son garantía de justicia, sino la forma mas universal de imponer las injusticias. Pero ¿es injusto que los extranjeros no puedan establecerse en España si consiguen colarse ilegalmente? ¿Es injusto que el que ayuda a que alguien viole esas leyes sea castigado? El que les ayuda no les ofrece su casa para vivir, sino la de todos. Que esté dispuesta a asumir la condena no es elogiable, si el acto que presuntamente ha realizado no es defendible éticamente.
Hay mucha gente que para ayudar a esa gente, mueve el culo y se desplaza a sus países. Es mucho más cómo dar lo que no te pertenece desde el salón de tu casa.
Si por mi fuera, eliminaria todas las fronteras y permitiria la libre circulacion de personas. Con el tiempo, la propia gente se autoregularia. Yo no estaba, pero me han dicho que en los años 60 muuuuuuchos andaluces, gallegos y extremeños vinieron a cataluña en vagones de tren, coches y autobuses a miles, decenas de miles. Sin animo de entrar en politicas chungas sobre si esto es españa y por ello el ejemplo ya no vale….. Pues bien, resulta que ahora ya no quieren venir a miles y decenas de miles de andaluces y extremeños a vivir y trabajar a cataluña. La situacion se ha autoregulado.
Que yo sepa nadie prohibe a los jovenes extremeños, andaluces y gallegos de coger un autobus y venir aqui a «intentar» ganarse la vida. Pues lo mismo sucedera con los marroquies, rumanos, sudamericanos, chinos y etc….
Con el tiempo se satura el tema y la gente ya no querra venir porque resultara que la vida es dura en todos los lados.
Si no les dejamos venir a trabajar, no pueden enviar dinero a su casa por lo que su pais nunca saldra de la miseria por lo siempre estaran queriendo emigrar y siempre tendremos el «problema» de la integracion cultural y etc de xenofobismos.
FUERA FRONTERAS YA !!!!!
Nacionalidad : Terricola.
Mónica
Racista es quien se aprovecha del sufrimiento y la necesidad de la gente pobre y se la engaña sistemáticamente pintando mundos de colores para en el fondo acallar su conciencia de acomodado europeo que abre el grifo y le sale agua, le da al interruptor y se enciende la luz, apaga la tele con el mando y se larga al catre.
La labor de Laura es encomiable,pero como no hay las suficientes,abogaría yo por levantar un palmo más las fronteras y fomentar, ayudar,asesorar y lo que haga falta para que la gente se quede en sus países y los levante currando… como hizo Europa, por cierto, que se chupó dos Guerras Mundiales y cincuenta millones de muertos y ahora se aferra a una prosperidad y bienestar que nadie le regaló.
Facilitar sí, regalar no.
Espinoso tema, amigo Pablo.
Un abrazo.
Espinoso,sí…
Yo creo que la postura más sensata, y al tiempo, más humana, es la de la Unión Europea: aceptamos nuevos miembros, con libre circulación de personas y capitales incluídas (y reparto de fondos comunes, no lo olvidemos…¡eso sí que es solidaridad!), siempre y cuando se cumplan una serie de requisitos, entre los que está, irrenunciablemente, la adhesión total e incondicional al derecho internacional y el respeto a los derechos humanos (producto europeo artificial, pero uno de los mayores avances de la humanidad).
El ejemplo de Turquía, evolucionando «a toda leche», para entrar a «gozar la vida» en Europa, es paradigmático… Lo difícil es exportar esto a países tan «burriciegos» como los africanos, o a los dominados por el integrismo religioso…
Espinoso tema, y mucilaginoso también…¡si al menos las Naciones Unidas sirvieran para algo!! (al final será Europa la que tendrá que arreglar el asunto, como siempre!).
Besos!! (y muchas gracias por tu voto!!)
Ángela.
El tema de la inmigración – el debate y la polémica – es un tema lleno de desideranda, ojalases y tendríamos que… Son debates que nacen muertos porque son debates que nacen sin solución como la paz en el mundo, el hambre de los niños y el deshielo de las casquetes. Ante estos temas que nacen muertos y que son cansinos y que sólo sirven para verdear nuestros corazones ajados, hay que dar soluciones nuevas que suenen mal, que chirríen. Aceptar inmigración me suena rancio, decimonónico, victoriano, ¿Volvemos a las metrópolis? ¿A que nos salve la mamá reina Victoria? ¿Al europeo bueno que regala chocolatinas por las calles de Calcuta? ¿O de Cuzco? ¿Por qué la gente piensa que aceptar inmigrantes es algo moderno y progre cuando a mí me suena a rancio, paternalista, imperialista, humillador y humillante y no puedo dejar de pensar en Phileas Phog y su ayudante «sirve para todo» Jean Passpartout de Julio Verne luciendo pantalón ajustado de ojo de perdiz entre la miseria? Mi abuelo siempre que venía de la vendimia francesa – eso sí, con buen montón de duros – venía triste, con una sombra de humillación necesaria porque lo hacían dormir en pajares, graneros, hacinado como negros esperando una carreta que los llevara al norte.
Entonces, ¿Europa no tiene ningún mérito porque ya estaba industrializada? ¿Que haya países pobres es culpa de Europa? ¿Europa no ha sufrido hambres, epidemias, hambrunas, desolación?
Yo no soy el hermano mayor de nadie, ni quiero trasmitir el perfil de caritativo europeo amigo de los niños que abre sus brazos para acoger a los menesterosos. No hay mayor raíz,cohesión y pegamento para una nación, una cultura, una idiosincrasia que cuando ésta surge de la ruina y se emerge a golpes de riñón. Por eso Francia es Francia, Alemania es Alemania y los Grandes países son Grandes países… y tal vez por eso, por posturas eternamnete plañideras y buenistas, los paises subdesarrollados, a día de hoy, lo siguen siendo y quepa preguntarse si,en el fondo, no hay gente oportunista a la que le interesa que estos países sobrevivan simbióticos sin tierra, sin raíces y eternamente vagando en busca del chusco de pan para tenerlos controlados.
Esa es mi postura.
De todos modos, te alabo la forma y el tono de tu respuesta, como no esperaba que fuera de otra forma.
Un abrazo,amigo Pablo y perdona el mitin.
Ariovisto, en general comprendo tu postura, tan válida como cualquier otra basada en la reflexión informada.
Me llama mucho la atención, sin embargo, que consideres «sin solución» la erradicación del hambre de los niños… no creo que sea imposible, ni siquiera es difícil; es un espantoso crimen y una VERGÜENZA para la humanidad como especie, pero en el Siglo XXI no es un imposible físico o metafísico, ni mucho menos. Bastaría, como digo, que las Naciones Unidas actuasen como tales, e impusieran al menos ese derecho fundamental por la fuerza de las armas, si es preciso… nunca habría estado más justificada la existencia del ejército.
Yo no quiero vivir en un mundo en el que de verdad se considere que la erradicación del hambre infantil es un imposible, y se actúe en consecuencia, a beneficio de inventario… de verás, me sentiría morir de asco de pertenecer a una especie degenerada hsta tal punto.
Ahora soy yo la que te pide perdón a ti por el mitin. Un saludo cariñoso.
Ángela.
Como tú comprenderás, Ángela, yo tampoco. Ojalá y esta sociedad embutida en pagarés, facturas, albaranes, recibos, cheques, bonos, acciones y mierdanga material – tristemente necesaria – mirase de reojo la «otra» realidad y,al menos, tuviese(mos) vergüenza ajena de ver tanta miseria.
Se trataba de un argumento «ad maximum». Por cada niño que muriese dehambre debería haber cien adultos recibiendo hostias. Creéme, pero está el puto pero…
Ha sido un comnentario muy agradable, Ángela.
Otro saludo cariñoso para ti.
El problema es que tenemos en los genes ocuparnos-preocuparnos «de los nuestros». Lo que les pasa a los demas, nos puede saber mal pero «no tan en el fondo» pensamos «Mejor a ellos que a mi.»
Por este (y otros motivos) , yo abogo por eliminar las fronteras. De esta manera, con el tiempo, todos empezaran a ser «de los nuestros» y entonces no parecera tan descabellado solucionar un problema «gastando dinero».
Levantar un palmo mas las fronteras, solo hace que se busquen pertigas mas largas u otros metodos mas peligrosos (para ellos). Al final entran. Vivos o muertos. Pagando solo un billete de avion o un monton a una mafia explotadora quedando encima endeudados.
Mónica
(Nada personal Ariovisto)
Si me lo tomara como algo personal, te ignoraría, Mónica.
🙂