De todos es sabido que las comparaciones son odiosas. He aquí un buen ejemplo de ello:

Aunque he estado buscando, no he encontrado ninguna imagen completa del cartel de la campaña en que sale una mujer. Tendremos que conformarnos con la reproducción parcial, que ya nos da una idea sobre de qué va la cosa.

Me pregunto quién habrá sido el genio que ha podido diseñar una campaña como esta, que lo tiene todo, todo y todo.

A ver, yo entiendo que la violencia de género se produce porque históricamente ha habido una situación de predominancia del hombre sobre la mujer. También entiendo que hay una situación de desigualdad jurídica que debe ser resuelta, ya que, aunque parezca increible, aún hoy en día, las condenas para las mujeres que agreden a sus maridos son más duras que las condenas en el caso contrario. ¡Incluso en casos en los que la mujer acaba matando al hombre que llevaba años agrediéndola! No me cabe duda de que hay una situación de desigualdad e indefensión que debe ser resuelta.

No obstante, no me parece que convertir a todos los hombres en maltratadores potenciales y en «el enemigo» sea la manera adecuada de terminar con esta situación.

Yo no he maltratado ni oprimido a ninguna mujer, ni tengo intenciones de hacerlo en el futuro, y me molesta que se me muestre como una persona que podría llegar a hacer una salvajada de ese tipo en cualquier momento, y que, por tanto, tengo que estar controlándome constantemente.

«De todas las mujeres que haya en mi vida, ninguna será menos que yo». Uhm… bueno, esa frase está bien, ya que yo no podría ser feliz con una persona a la que no admirase en un sentido u otro. Por tanto, no podría estar con alguien a quién considerase inferior a mí, aunque no me molestaría que mi pareja fuese más que yo, por ejemplo en inteligencia, en sensibilidad artística, en sueldo, en desarrollo de su carrera laboral, en…

«De todos los hombres que haya en mi vida, ninguno será más que yo». Pues… oye,  eso sí que es un poco molesto. ¿Está bien que las mujeres busquen parejas que sean iguales o inferiores a ellas? ¿Ellas no pueden buscar y encontrar a un hombre al que admiren?

¿Y si la campaña fuese del revés? «De todas las mujeres que haya en mi vida, ninguna será más que yo» «De todos los hombres que haya en mi vida, ninguno será menos que yo». ¡Impensable! Supondría poner a las mujeres en una situación de inferioridad respecto a los hombres ¿no? Y eso está mal ¿verdad? Creo que todos podemos ver claramente que no está bien considerar a las mujeres de esa manera. Pero… ¿está bien invertir la situación? ¿Para que acabe la violencia sobre las mujeres debe ponerse al hombre en una situación de inferioridad respecto a ellas? En mi opinión, tan mala es una cosa como la otra.

En realidad, creo que no soy el único que opina esto, sino que la gran mayoría de los hombres van a coincidir conmigo (no me atrevo a opinar por las mujeres). Y teniendo en cuenta que, claramente esta es una campaña dirigida a concienciar a los hombres de que no se debe golpear a las mujeres… ¿no deberían haberla hecho de manera en que no resultase un insulto para nosotros? ¿De verdad alguien piensa que se puede hacer cambiar la opinión de alguien sobre una cuestión a través de la ofensa? Porque en ese caso, no hace falta que sean tan sutiles. Para la próxima campaña sugiero que digan algo en este estilo: «soy un maldito animal de bellota, pero me esfuerzo en ser mejor y no ir pegando a todas las mujeres que se me ponen por delante» y en el lado de las mujeres «voy a comprarme un látigo para domar al animal de mi pareja». Mucho más claro y directo.

Pero, no se vayan todavía, que aún hay más. A parte de ofensiva y sexista, esta campaña tiene otras cosas. Por ejemplo, es binarista, haciendo una distinción muy clara entre el punto de vista de los hombres y el punto de vista de las mujeres. Pretenden resolver un problema que tiene como base el sexismo utilizando más sexismo todavía. ¿No sería más lógico hacer lo contrario? Es decir, que si la causa de la violencia sobre las mujeres es el sexismo ¿no deberíamos orientar las campañas de concienciación a decir que todos somos seres humanos y eliminar las distinciones de género, en lugar de resaltarlas más todavía?

Y más cosas todavía. Una vez más nos dicen qué tipo de pensamiento es «de mujeres» y que tipo de pensamiento es «de hombres». A los hombres les gustan las mujeres, y a las mujeres, les gustan los hombres. Es más, en la campaña se anima a las mujeres a que graben sus propios videos diciendo la frasecita de marras y los cuelguen en la red, y lo mismo con los hombres. Pero yo, que soy un hombre transexual y bisexual ¿qué debería grabar? ¿Cual es el eslogan para mí? A lo mejor deberían haber hecho un tercer cartel en el que apareciese la foto de una persona muy ambigua, que dijese: «yo, como soy un bicho raro, jamás encontraré pareja, y por tanto no tengo por qué preocuparme de la violencia de género». Así las cosas habría estado totalmente claras para todos.

También hay cosas que esta campaña se deja fuera. Se considera violencia de género tan sólo la violencia ejercida por los hombres sobre sus mujeres. No se considera violencia de género las violaciones, ni el que un cliente apalee a una prostituta hasta matarla, o que alguien mate a una mujer transexual por diversión. Sin embargo todas esas situaciones también responden a una larga historia de supremacía del hombre sobre la mujer. Se trata de hombres que agreden a mujeres por el solo hecho de que ellos son hombres y sus víctimas mujeres. ¿Esto no es violencia sobre la mujer? Entonces podrían haber hecho el cartel así: «de todas las mujeres que haya en mi vida, ninguna será más que yo. Pero haré lo que me salga de los cojones con todas las demás».

Entiendo que no se pueden resolver todos los problemas del mundo al mismo tiempo, pero la violencia sobre las mujeres dentro del hogar y la violencia sobre las mujeres fuera del hogar son la misma cosa, con una raiz común, y debería dárseles la misma importancia.

Mientras estaba buscando las imágenes de los carteles de esta campaña, he encontrado un blog en el que el autor daba una opinión muy parecida a la mía respecto a esta campaña. Entre los comentarios había uno firmado como «maltratozero.com» en el que decía que el autor del blog no había entendido el sentido de la campaña, y que esta es una campaña sólo contra el maltrato. Parece ser que los creadores de esta campaña no se han dado cuenta de que no es bueno que, para evitar un mal, se cree otro. No deben haber percibido que el sexismo es malo, se mire como se mire. Tampoco deben haberse dado cuenta de que se puede defender una causa sin insultar a nadie por el camino y sin crear problemas a otras personas. Que el fin no justifica los medios, y que los daños colaterales también somos personas.

Sí, todos nos hemos dado cuenta de que el mensaje que querían transmitir es que no está bien pegar a tu pareja. Pero también nos hemos dado cuenta de que, de camino, transmitían muchos otros mensajes, ofensivos, discriminatorios, invisibilizadores y perjudiciales para otros colectivos y, probablemente, hasta perjudiciales para las mujeres que ya están siendo maltratadas por sus parejas. Me puedo imaginar perfectamente al maltratador que, después de ver el cartel «de todos los hombres que haya en mi vida…» vuelve a casa encabronado (si a mí me ha molestado, imaginaos lo que les debe haber molestado a ellos) y dispuesto a demostrar a su mujer quien «es más» en casa.

Podrían haber hecho muchas cosas. Podrían haberlo hecho mucho mejor. En realidad, lo difícil habría sido hacerlo peor. Y, peor aún, esta campaña la estamos pagando entre todos, y seguro que con lo que ha costado llegaba para pagar el sueldo de unos cuantos médicos más en la Seguridad Social, o el de unos cuantos maestros interinos que diesen clase a los alumnos que están quedando desatendidos cada vez que un docente se da de baja y no envían sustituto. O el de más policías para proteger a las víctimas de la violencia sobre la mujer.