En momentos como este, creo que las personas que tienen fe también tienen una gran ventaja sobre los que no la tenemos. Mientras que ellos están convencidos de que tienen un amigo «en las altas esferas» que si puede y considera que es lo mejor para ellos, les va a echar una mano, los que no creemos en esas cosas estamos más solos que la una, luchando contra los nervios y los temarios mal actualizados confiando tan solo en nuestras fuerzas.
(Nota: si alguien está planteándose apuntarse a Master-D para preparase oposiciones, que sepa que los temarion no están mal, pero no los actualizan lo suficiente. ¡Ah! Y las tutoras del curso de AGE son super bordes. Deberían comer All Bran, porque lo suyo no es normal).
Creer que algo va a ocurrir contribuye en gran medida a que esto ocurra. A esto se le llama «efecto Pigmalión o de profecía autocumplida». De modo que si uno cree que si estudia mucho y reza mucho aprobará porque Dios le va a echar una mano, tiene más posibilidades que si uno cree que no va a aprobar haga lo que haga. Si uno cree que va a aprobar por milagro, entonces la cosa ya no funciona, pero no me estaba refiriendo a ese caso en concreto.
Sin embargo el estrés puede tener consecuencias inesperadas. Mucha gente trabaja mejor bajo presión, aunque yo no soy de esos. Normalmente a mí el estrés lo que me produce es ansiedad, ganas de comer mucho dulce, y el exceso de estudiar, me produce despistes.
Hablando de despistes, mi cartera ya apareció. La han enviado por correo de la oficina de objetos perdidos, previamente vaciada de los 70 euros que llevaba, pero con todo lo demás. La putada es que ya solo me faltaba renovar la tarjeta sanitaria, que lo iba a hacer este lunes. En fin, eso que me ahorro… Otro ejemplo de despiste es que acabo de mangar un bote vacío del Mercadona. Lo he visto y he pensado que sería genial para llevarlo en el avión con gel, ya que no voy a facturar maleta, y me lo he metido en el bolsillo sin pensar. Me he dado cuenta al llegar a casa… En fin… Por suerte tengo la bombona de butano a punto de acabarse, así que lo peor que me puede pasar es que me deje el gas abierto, y no creo que quede suficiente como para hacer explotar nada.
A algunas personas el estrés les provoca alucinaciones. Ven o sienten presencias, oyen voces, etc… Yo soy de ese tipo de personas. Y mira tú por donde que, en esta ocasión, el efecto de mis alucinaciones es muy similar al efecto que produce la fe: noto una especie de presencia protectora, como si alguien estuviese cuidando de mí.
Igual no es sólo efecto del estrés, sino de la atención de mis amigos, que cada día se interesan por como me va y me dicen que seguro que apruebo. A menudo el efecto Pigmalión también funciona así: si alguien cree que puedes hacer algo, acabas haciéndolo mucho mejor. También ocurre del revés, si sobre ti pesa la expectativa de que no serás capaz de hacer algo, lo más probable es que termines no haciéndolo, o haciéndolo mal. Eso significa que basta con confiar en alguien y pensar que es capaz de hacer lo mejor para mejorar su vida.
Así que tras esta pequeña reflexión sobre los efectos de la fe, el estrés, y el efecto Pigmalión, me vuelvo a estudiar un rato, a ver si es verdad que al final las cosas se van viniendo a su sitio, aunque a veces se tomen su tiempo (muuuucho tiempo).
He actualizado lo del Grupo RISA. Es muy cortito:
http://audios.esradio.fm/09/09/15/el-equipo-a-de-esradio-337.mp3
Lo de lo fe y las presencias extrasensoriales está muy bien, mientras además estudies como un ca..ón 🙂
¡Qué nervios! Estos días se te van a pasar volando. En cuanto te descuides estarás en el avión y no habrá vuelta atrás ni tiempo para rellenar lagunas. ¡alea jacta est! (o casi)
Yo estaría histérico.
¡Suerte!
La fe está siempre bien, aunque sea en Elvis Presley, no tener nada en el número uno de los cuarenta principales es susceptible de ser ocupado por cualquier enajenación…y luego hazle caso al Casky Buggy, a Elvis rogando pero con el pilot dando.
Por cierto, me alegra ver que has entendido lo que quiero trasmitir en mi post Auctoritas, aunque me temo que tú no eres profesor, ¿verdad?
Un abrazo, amigo Pablo.
Yo, esto de la fe, lo veo de la siguiente manera: que nos neguemos a que la explicación sea una simpleza (o una tontería insensata), no significa que no NECESITEMOS una explicación…
La naturaleza humana implica una razonada búsqueda de una explicación que nos satisfaga, la nuestra, personal e intransferible, hasta que la encontramos y sentimos que ya no tenemos esa necesidad…. y en ese sentido, la no-religión o el cientifismo no dejan de ser una religión, porque implican que ya hemos llegado a nuestra conclusión y ya no NECESITAMOS seguir buscando explicaciones, aunque paradójicamente esa postura vaya en contra de La Razón (así, con mayúsculas), y del espíritu de la ciencia: «la incansable búsqueda de explicaciones»… es decir, en puridad, la «fe en la ciencia» va en contra de los postulados de la ciencia…
¡¡Me alegro un montón (por la parte que me toca) de que sientas esa «presencia» porque eso significa que está ahí!!, así que no te calientes mucho la cabeza y aprovéchate de su influjo!!!
Un beso muy fuerte!!
Ángela.
Normalmente la gente que tiene «fe en la ciencia» suele referirse a cosas distintas a lo que se refieren quienes tienen «fe en Dios». Uno puede creerse los resultados que han sido obtenidos por los científicos porque no tiene conocimientos suficientes para comprender la explicación, o puede creer que algún día se encontrará una cura definitiva para todo tipo de cáncer. Sin embargo, en el primer caso no es fe, sino falta de ganas, tiempo o capacidad para hacer los experimentos por uno mismo, y en el segundo caso, es esperanza de que algo ocurra.
El ateismo tamibén es un tipo de fe: fe en que no existe ningún dios, a pesar de que hay indicios de lo contrario.
Personalmente, no creo en una cosa ni en otra y si hay de verdad alguien ahí echándome un cable, yo se lo agradezco, aunque he descubierto que cuanto más me esfuerzo, más suerte suelo tener. Que haga lo que tenga que hacer por las razones que sean (¿no sería más lógico que cuidase a gente con más problemas que yo, y que, encima, crean en su existencia?), pero yo mientras voy a seguir estudiando.
De todos modos, en realidad, no puedo dejar de pensar que, simplemente, se trata de un efecto del cansancio y el estrés.
Hola Pablo,
no, no escucho la COPE, ya no. Me entero de lo que hacen por lo que leo en internet y por lo que cuentan en esRadio, porque al menos César Vidal sí que ha comentado puntualmente los nuevos rumbos de la COPE pepera.
Cuídate, que tienes que estar en plenitud estos días.
Un abrazo
Yo creo que en estos casos la fe sirve de poco. Sirve más la confianza, en un@ mism@, por ejemplo. Es parecido a la fe, pero con matices más reales. El trabajo duro por lo general da recompensas, y creo que tu lo estás haciendo 😉
Ánimo!!
Bueno Pablo, no sé si ya andas por ahí examinándote, pero en cualquier caso te deseo mucha suerte.
No estudies tanto, chiquillo! O estudia tanto, pero bien!!
Suerte, Pablo!!