No es la primera vez que salgo por ahí con un grupo mixto de gente, pero sí la primera vez que lo hago con un grupo de gente a la mayoría de los cuales no conozco desde antes de empezar con toda esta aventura. Éramos 6 personas: dos chicas, y cuatro chicos. A uno de los chicos lo conozco desde siete años, y a otro lo conocí brevemente justo cuando empezaba a darle vueltas en la cabeza a las cosas, pero aun no había hablado con nadie, así que no tenía una opinión sólida sobre mí que fuese necesario cambiar.
No me resultó difícil empezar a hablar con la gente y muy pronto la cosa estaba animada, buen ambiente y todos la mar de agusto. Y, de repente, cuando miré a mi alrededor fue como si todo encajara. Ya he tenido otras veces esa sensación, pero nunca de manera tan… iba a decir fuerte, pero no es la palabra. Quizá debería decir «completa».
Era como si, por una vez en la vida, estuviese justo donde debía estar. No donde quería estar, si no donde debía.
Antes, en muchas otras ocasiones, estuve donde quería estar. Lo que yo quiero es estar con mi familia o amigos, reirme, pasármelo bien, contarnos las penas si hay penas que contar… en definitiva, lo que le gusta a cualquier persona. Eso, por suerte, lo he conseguido en muchas ocasiones. No reniego de mi vida «de antes» porque he tenido muchos buenos momentos, y, en definitiva, puedo decir que he sido feliz… o todo lo feliz que podía haber sido.
Sin embargo, no era yo mismo. No estaba donde «debía». Pero tenía que hacer que pareciera que sí. Para conseguirlo forzaba el lenguaje corporal, hacía el tipo de bromas que se supone que debía hacer, sonreía cuando objetivamente tocaba hacerlo… Todo esto era el fruto de muchos años de aprendizaje deliberado, de leer revistas, de observas a los demás, de un gran esfuerzo con el único objetivo de «encajar» y poder estar donde quería.
Y ahora… verme integrado (esto de «verme» no es una metáfora, literalmente lo veía, porque cuando la gente está bien integrada, se hace visible en su lenguaje no verbal) en un grupo mixto de chicos y chicas, pero siendo yo mismo y pudiendo expresar mi personalidad de manera libre… Es como el que sale de la cárcel tras una larga condena, se encuentra con el horizonte y el cielo infinitos, y descubre que puede ir donde quiera. Es como… vivir.
Y como que conformarse con menos no es vida.
Nota: ahora me doy cuenta de que no he explicado cual es la importancia de que el grupo fuese mixto, y no solo de hombres. Eso queda para otro día.
Solo vivimos una vez, así que como para andar fingiendo todo el día. Lo primero es ser fiel a uno mismo, y si luego encuentras gente con la que pasarlo bien y con la que te sientes bien, pues ya no se puede pedir más.
Nos queda el misterio de por qué es importante que haya mujeres en el grupo 🙂
A veces pensamos que el problema lo tienen los demás con uno y sobreactuamos; a veces pensamos que le problema lo tenemos nosotros con los demás, y sobreactuamos. La felicidad nos viene cuando nos damos cuenta de que simplemente no hay problema.
Y cuando somos felices es cuando hacemos nuestra gran sobreactuación, eso a lo que has llamado vivir.
Pasar por la vida sin pena ni gloria es actuar, vivir a tope es sobreactuar.
Un abrazo, amigo Pablo.
……….
P.S.- No es por tocar las narices pero vice»b»ersa, es con «v» en las dos. Lleva la raíz latina «versus» — a la contra
Lo que te quería decir es que a veces los demás vemos problemas donde no los hay o uno piensa que los demás no lo van a aceptar tal cual y luego no es así o VICEBOGUE, digo, VICEBERSA… ya te dije que yo en tu lugar no sabría qué hacer… y seguramente vería problemas hasta debajo de las piedras… Que las cosas a veces no son complejas pero nos empeñamos en que lo sean…
Sigh… que mal profesor que me estoy volviendo… no sé si me explico…. jeje
Te entiendo perfectamente, a mí también me pasó Parece una tontería, pero no es lo mismo estar con un grupo sintiéndote un ser disfrazado que estar siendo simplemente tú. Es una cuestión de integración, integración de ti mismo.
PD: aquí mas de un@ creo que no se entera de lo que escribes xD
Aniel: Jop, yo creo que sí que se enteran. ¡Espero que sí! Más que nada porque no hay malos entendedores, si no malos comunicadores.
Por eso me da envidia tu forma de comunicar… ojalá yo pudiese expresarme como lo haces tú.
yo creo que lo que le pasa se llama:NECESIDAD DE APROBACION!!!!
Pues ahora que lo dices, tal vez haya algo de eso…