Tengo pendiente de escribir sobre mi última visita a la psicóloga, que fue el 23 de octubre (ya hace casi un mes) y las jornadas en las que estuve la semana pasada. Sobre el prikitismo y sobre un montón de cosas que se me van ocurriendo, pero llevo una racha que… Normalmente no creo en la estrología, los bioritmos, el karma ni nada de eso, pero hay veces que dan ganas. Esta semana es una de esas veces.

Termino la semana con un saldo de tres reclamaciones y una multa de aparcamiento porque me pasé de tiempo en la zona azul (maldtia zona azul…).

La primera reclamación de la semana, para el Hospital Clínio de Granada, en el que nadie parece capaz de comprender que el hecho de que se me llame por mi nombre legal, después de haber explicado por activa y por pasiva que me llamo Pablo, no solo es una falta de respeto grave, sino que, sobretodo en un hospital, es equivalente a revelr de forma indirecta un dato de mi historial clínico. Lo que es más, algunas personas en dicho hospital consideran que no solo no hay necesidad de buscar una solución al problema, sino que deben continuar haciendo ostentación de mi nombre legal por todas partes, sin tener en cuenta ninguna otra consideración.

La segunda reclamación ha sido en el registro civil de mi pueblo, simplemente porque desde que el Gobierno decidió no cubrir las bajas, no dan abasto en ninguna parte. En este registro civil ya solo queda trabajando una persona, que se encargade atender la ventanilla y de hacer todo lo demás al mismo tiempo, cosa que es imposible. Y el que quedaba, estaba resfriado, con el sueldo bajado, y la gente protestando porque el tremendo retraso que hay en el registro civil les (nos) está causando perjuicios a todos los usuarios. A mi me han dicho que a finales de años ya me llamarán para darme cita para febrero o marzo de 2011, fecha en la que podré iniciar mi trámite.

Por lo menos la mayoría de los funcionarios, si no pueden hacer algo, tienen la opción de ir dejando que el trabajo se acumule (porque lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible). Creo que los maestros y profesores ya están aprendiendo la téncina del taju kage bunshin no jutsu para, por lo menos, poder estar presentes en todas las aulas donde su presencia es necesaria, ya que su trabajo no puede acumularse. Manda huevos con el concepto de «ahorrar en gastos de Administración» que tiene el Gobierno.

A continuación, un video de un joven maestro de primaria practicando el taju kage bunshin no jutsu.

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La tercera reclamación, para la tienda Internity donde compré un telefono de Vodafome, y en la que verbalmente acordamos unas condiciones, y me fueron contratadas otras distintas a las que yo solicité. Como las distintas tarifas de precios y la tarifa elegida no figuran por escrito en ninguna parte, ocurren dos cosas: en primer lugar, que te das cuenta cuando te llega una factura de 60€ – cuando tú rara vez llegas a los 15€ -, y en segundo lugar, que ahora a ver cómo demuestras que en la tienda no hicieron lo que se les pidió. Hice la compra a final de mes, y quizá las empleadas no habían cumplido los objetivos marcados por la empresa y pensaron cumplirlos a mi cosa, o simplemente el cansancio tras 10 horas de trabajo diarias hizo que se confundieran. Como sea, una vez más las compañías de telecomunicaciones vuelven al ataque con la estafa, como es habitual en este tipo de empresas. Mientras, lo único que nos queda es montar un pollo en la tienda, poner una reclamación, y contárselo a todo el mundo, aúnque posiblemente nada de esto me sirva para recuperar el dinero.

Al menos, ha tenido ciertas compensaciones durante la semana. Me han llegado buenas noticias de otro trámite que tengo iniciado. Cuando me matriculé en la UNED, me encontré otra vez con el problema del nombre, y pedí que no figurase en los documentos de uso interno y cotidiano de la universidad. Por suerte, al director de mi Centro Asociado le pareción que mi petición era totalmente razonable y entre los dos encontramos la manera de resolver el tema a nivel de centro, aunque requería de una autorización desde la administración central. Sin embargo, en las aulas virtuales no podemos tocas nada, así que, de nuevo con la ayuda del director de mi C.A. he recurrido a las defensoría universitaria de la UNED, donde no sólo les ha parecido que mi petición es razonable, sino que ya tenían ganas de establecer un sistema de actuación para estos casos. El que haya aparecido yo solicitándolo ha sido sólo el empujoncito que necesitaban para empezar a actuar en serio. Durante esta semana me han dicho que a nivel de C.A. ya está la cosa arreglada, y que lo otro va por buen camino. Así, sin pelearme con nadie, sin aspavientos, incluso con interés personal.

También he estado estudiando con muchas ganas, disciplina y aprovechamiento, así que más me vale no olvidar esta semana, porque he aprendido un montón de cosas, y me noto con la cabeza un poquito mejor amueblada. Además, he visto a amigos que hacía tiempo que no veía, y entre reclamación y reclamación he acumulado varias horas de estar agusto, pasarlo bien y tener conversaciones interesantes.

En fin, estoy esperando a ver si llega el lunes y la semana próxima es mejor, o al menos me vapulean un poquito menos la cartera y la dignidad. Malditos biorritmos y conjunciones estelares.