El otro día en un foro leí el siguiente post (copiado con permiso del autor):

Hola

Llevo varias semanas con mi primera inyeccion de Reandron, y queria comentaros mi experiencia, y conocer las vuestras.

Para llegar hasta mi situacion actual tengo que remontarme un «poco» en el pasado (con vuestro permiso)

Tengo 41 años, a los 21 me realizaron la histerectomia (junto con mastectomia) sin hormonacion previa. Me ahorro todos los comentarios…me estoy remontando a la era glacial transexual, lo se…

Por cierto, en la farmacia me hacian una pomadita de testosterona al 10% para hacer con ella lo que me diera la gana…la he tenido en vaselina, en colonia, en gel…segun me apetecia….divertido, pero inutil…

Pasados tres meses, creo recordar, de dicha intervencion, empezaron a ponerme una inyeccion de 100 de testoviron depot, que era lo unico que existia, cada 21 dias, y cada tres inyecciones un mes de descanso.

Al cabo de casi un año, me subieron las inyecciones a 250…todo esto sin analisis ni nada, a ojo de buen cubero, que se dice vulgarmente….siguiendo el protocolo.

No paso mucho tiempo, un par de años, empece a tener problemas, dolores de espalda principalmente, a los 24 me descubrieron osteopenia; las hojas de reclamaciones no sirven en estos casos…

Las inyecciones las asimilaba muy mal, no las reabsorbia adecuadamente, incluso en alguna ocasion el liquido se salia….era la caña verlo!!! jajajja

Me cambiaron a textes leo prolongatum, por si era el excipiente….pero no era….

A todo esto una vez que comenzaron a hacerme analisis vieron que yo necesitaba testosterona cada 15 dias, una de 250, claro.

Estuve pidiendo a traves de medicamentos internacionales que me hicieran llegar parches o algun cosa, para no seguir inyectandome, pero poco tiempo despues, los parches llegaron a España, pero, mi gozo en un pozo, descubrí que no podia ponermelos, porque me hacian reaccion y me quemaban, literalmente, la piel.

Con todo esto yo ya pasaba muy mucho de ponerme hormonas, y me las ponia cuando me daba la gana, cuando me encontraba mal o cuando los sofocos me tenian tirado por los suelos.

Aparecieron los sobrecitos de gel….por un lado muy bien, son la solucion idel, comodos, sin picos….pero para mi uno es poco, y dos tengo que estar en el medico cada dos minutos para pedir recetas….o las pido al por mayor pero cuando se acaban paso largas temporadas sin ellos…..

El caso es que me he tirado el ultimo año sin ningun tipo de hormonacion. Varios factores han influido para hacer algo asi: me compre una casa en el campo, lejos del mundanal ruido, en un pueblo donde nadie conoce mi pasado, y donde no me apetecia contarle nada al medico ni a nadie, puse una empresa, obras en la casa…demasiado en lo que preocuparme vamos…

Asi que estuve todo ese tiempo asi: Sin Nada

Los sofocos son muy desagradables, pero nadie se ha muerto nunca por tenerlos.

Pero cuando he acudido al medico por la osteoporosis, me han obligado a comenzar el tratamiento, y, para que no lo abandone me obligan a ponerme el reandron. Como los niños: Obligao!!

Me puse la inyeccion el 1 de septiembre. Me van a hacer analisis a la sexta semana y el ultimo dia, para ver mis picos…pero ya me adelanto yo…

A dia de hoy, cuando llevo ya cinco semanas, sigo teniendo sofocos y no noto nada de dicha inyeccion. Me temo que en mi caso (que siempre he necesitado el doble de la dosis habitual entre nosotros) voy a tener que ponermela mucho antes de los tres meses, si no cada mes y medio poco faltará.

Sabeis de alguien que se la ponga cada tan poco? A alguien no le ha hecho efecto? Cual es vuestra opinion sobre dicha hormona?

Gracias tios!!

PD: Por cierto, por si alguien se lo pregunta por curiosidad, tras mas de un año sin hormonacion mis caracteristicas no han variado ni un apice, tengo barba cerrada, la misma voz, la misma musculatura (ninguna, vamos, jajajaja), ni hay retroceso alguno de nada.

¿Hace falta que explique por qué me llamó la atención tanto como para trasladarlo hasta aquí? Supongo que no, pero si no lo explico, entonces no tendré nada que escribir en esta entrada.

Son varias cosas. La primera, pero no la más importante, es que el autor de este post es la persona que más años lleva de hormonación con la que yo he tenido algún tipo de contacto. Veinte años son muchos años. Hace veinte años (1989) en España prácticamente no se sabía ni lo que eran los homosexuales, así que como para plantearse si quiera la transexualidad… Si ahora las cosas son difíciles para que los médicos te atiendan «debidamente», en aquella época debía ser poco menos que imposible. No hay más que leer el texto para llegar a la conclusión de que en el caso de este chico, no recibió una buena atención.

En realidad, supongo que para unos médicos que nunca se habían encontrado con un caso así, quizá fuese más una curiosidad, una especie de «conejillo de indias» con el que no se sabía muy bien qué hacer. Y, si algo sale mal, en efecto, las hojas de reclamaciones no resuelven nada.

Como «curiosidad» añadida a este relato sobre la «era glacial de la transexualidad» añadiré que el autor me comentó que en aquel momento habían 3 pacientes transexuales (¿en España? ¿en su comunidad autónoma? Eso ya no lo se), y que los médicos ponían especial cuidado en que no se pusiesen en contacto entre ellos.

La otra cuestión que me ha llamado la atención son los problemas que puede suponer la hormonación, en cuestión de salud. Hay gente a la que las hormonas les sientan la mar de bien, y otros que tienen multitud de problemas, desde un acné muy agresivo hasta la osteoporosis, pasando por problemas de hígado. Y uno no sabe qué es lo que le va a tocar hasta que compra un número de lotería.

Finalmente, lo que más me ha preocupado. La TRH (terapia de reemplazo hormonal) es, en principio, un tratamiento de por vida. Especialmente una vez que te han extirpado las gónadas, puesto que el cuerpo necesita tener algún tipo de hormona sexual para funcionar adecuadamente (aunque se sabe de muchos eunucos que tuvieron vidas prolongadas, aunque en la época en que la castración era una práctica «habitual», la esperanza de vida era menor que en la actualidad). No estoy muy ducho en el tema, pero según tengo entendido, en el caso de las personas trans de mujer a hombre (FtM, Female to Male), la falta de hormonas produce los mismos síntomas que la menopausia. Sólo que no es lo mismo tener la menopausia a los 25 que a los 55. En personas trans MtF, no sé muy bien como va la cosa.

¿Qué problemas tiene, a nivel práctico, un tratamiento de por vida? Pues que es un coñazo, y además, requiere una cierta constancia. Si tienes que estar poniéndote inyecciones cada 2 ó 3 semanas, o aprendes a ponértelas tú, o ya sabes que siempre tendrás que elegir entre cuadrar las fechas de manera que puedas ir a tiempo al practicante, o llevarte tus medicinas y confiar en que encontrarás un practicante en el lugar de destino. Si consiste en cremas «a diario», pues nada, siempre acarreando con los sobrecitos (o parchecitos), e intentando echar cabeza para que no se te olviden.

También tienes que ir a comprarlos a la farmacia. ¡Y qué pereza da! Otra pegiguera más, como si no hubiesen bastantes cosas que hacer a lo largo del día. Que si se me acaban, que si no se me acaban, que si he ido y en la farmacia no tenían, y tengo que volver mañana… En fin, que ya tienes que estar pendiente de eso para siempre.

¿Yo tengo paciencia para llevar adelante un tratamiento de por vida? Hace unos 4 años, el médico me recetó tiroxina, en una dosis muy baja, para darle vidilla a mi tiroides, que es un poco perezoso. Las cajas traen pastillas como para dos o tres meses, son muy baratas, y se compran sin receta. Hay que tomarlas cada día, media hora antes de desayunar. No es muy difícil ¿verdad? Pues la mitad de las veces que me voy de viaje, me las olvido, o con el trastorno de cambiar de sitio y de horarios,  olvido tomarlas directamente. O empiezo a olvidar tomarlas cuando vuelvo del viaje. Y cuando se me acaban, pueden pasar perfectamente 3 ó 4 días hasta que me acuerdo de comprar otra vez. ¡Y eso que esto es comparación es mucho más sencillo!

En fin, que entre unas cosas y otras, lo de la hormonación es como para pensárselo dos veces. Desde luego, no me extraña que existan muchas personas trans que decidan que no quieren hormonas ni regaladas. Lo que me extraña es la fijación que parece tener todo el mundo, médicos y legisladores incluidos, con que nos hormonemos y operemos. ¿No sería mejor para todos que la opción de una vida sin TRH comenzase a presentarse como una alternativa igual de buena y apetecible? Además, sería mucho más sano para la economía de la Seguridad Social, que no tendría que pagar el precio de la carísima testosterona, o del carísimo Androcur (eso es un antiandrógeno).

Recordemos que según la ley española, que es una de las más avanzadas de Europa en ese sentido, para cambiar de nombre y sexo legal, es necesario dos años de hormonación.