Dos veces al año el olor y la calidad del aire cambian, y entonces sé que vamos a cambiar de estación. Ocurre en los últimos días del verano, y en los últimos días del invierno.
Es una sensación que no puedo describir. Simplemente noto que «huele a otoño», y sé que a partir de ese día, probablemente ya no voy a necesitar más el ventilador, y que cuando salga a la calle por la noche, es conveniente que me lleve una camisa o algo de abrigo.
No es una impresión difusa, como una intuición. No es un «vaya, parece que por fin refresca» o «parece que ya no hace tanto frío». Es una sensación clara y definida que capto a través del olfato de manera inequívoca. Como una especie de barómetro interno que señala el punto de inflexión entre una mitad del año y la otra.
Nunca he oido hablar a nadie del olor de las estaciones (o, más bien, del cambio de estación), incluso cuando lo he comentado con algún amigo, me ha dicho que eso pueden ser imaginaciones mías, o que se me va la olla.
Me gustaría saber si hay alguien más que es capaz de notar claramente esa sensación. Quizá no lo hagan a través del olfato, sino del tacto o el gusto (también a través del tacto noto algo, como si el aire fuese, de algún modo, más ligero durante esos días de «punto de inflexión»). Para los que no reconocen el olor del otoño, sólo decirles que empiecen a abrigarse un poco por las noches, y que se vayan olvidando del calor asesino hasta el verano que viene.
¡Feliz otoño a tod*s!
Sí que se huelen, no es cosa tuya, hay más humedad, el termómetro baja y todo toma nuevos aromas. Es un cambio atmosférico (en mi humilde opinión). Así que no se te va la olla.
Un enorme abrazo.
A mi me da por dolerme la cabeza. Cuando vienen lluvias me da un dolor de cabeza…. el paracetamol y el ibuprofeno lo pongo junto a los kikos, cacahuetes…
Los que somos por natural de idiosincrasia crepuscular (anti-cullen) preferimos los humedales estacionales a los secarrales infinitos.
Un abrazo, Pablo.
Pues sí, sí que las estaciones tiene su propio olor. A mí también me pasa que los «detecto» con el cambio de estaciones. Una cosa curiosa que me pasó cuando empecé el tratamiento hormonal es que empecé a captar un rango de olores más alto. Empecé a investigar por ahí y resulta que los estrógenos acentúan el sentido del olfato. Y yo encantada de la vida.
A mí el olor del otoño me gusta, pero no me hace demasiada gracia la estación.
Hola Pablo,
yo no noto nada, salvo el cambio de temperatura y el metorológico en general. O sea lo que todo el mundo, y tampoco de un día para otro.
Doce días… 🙂
Hola Pablo,
Por supuesto que huelen las Estaciones!! y también tienen otros colores y matices!
Donde yo vivo, el otoño cambia el olor del ambiente (y no me refiero al ambiente GLBT, si no al ambiente en general), por mi parte yo huelo a más limpio, también huele a agua fresca como cuando cae una tormenta, cuando para de llover, huele mejor. También el cielo cambia su color aunque sea un día soleado, aquí se llama color «tripa de burro», que no se describirlo, pero sí es un color diferente, yo concretamente veo mejor en otoño, algo que no me ocurre el resto de las Estaciones, por ejemplo en Verano, no veo todo del mismo color. Pienso que cada cual en base a su vista, verá y percibirá los colores de forma diferente, aunque supuestamente haya unos colores establecidos ¿no? de igual forma ocurre con los olores, las flores no huelen igual, ni el asfalto, ni el agua que sale del grifo de tu ducha (o de la mía), no pienso que es por el cambio atmosférico, si llueve o hace sol, es porque lo presentimos, es como las ovejas cuando están en el campo, hace sol y de pronto ellas solas se van a guarecerse, en un par de horas caerá una tormenta increíble! en un par de horas y no cambia el tiempo ni la temperatura tan rápidamente como para olerlo, sin embargo ahí están las ovejitas (mmm esto lo decía Carmen Sevilla, no?).
Yo desde luego siempre lo he sentido, sin hormonas y con hormonas, me ha gustado mucho tu escrito, me recuerda algo que escribiré en diciembre…
Un abrazo
Pues sí, Pablo, sé perfectamente a qué te refieres…. pero eso yo creo que es posible sobre todo en los pueblos o ciudades pequeñas, porque aquí, en Madrid, los aromas u olores en general están «distorsionados» por la contaminación, y a no ser que caiga una buena tormenta, no es posible notar esa maravillosa distinción que tan magistralmente describes…
¡Hala!, y ¡a estudiar!, que ya no queda casi nada!!!
Besines y besucos!
Ángela
Pues menos mal que no soy el único que lo nota, aunque parece que, sea o no causa de las hormonas, las mujeres son más perceptivas que los hombres a eso del olor de las estaciones.
¿Quiere decir esto que cuando empiece a hormonarme lo dejaré de notar? ¡Espero que no!
Pues, lo siento, Pablo, pero sí, cuando empieces a hormonarte perderás sensibilidad, disminuirá tu «humanidad», y aumentará tu animalidad… te saldrán pelos por todas partes (¡hasta de las orejas y la nariz!), no te darás cuenta o no importará hacer daño a nadie, y te empezará a gustar el futbol!…
¡Que NO!, tonto, que es broma!!… es que me da un poco de penita y en el fondo no acabo de entender que los chicos trans querais pareceros físicamente a Sancho Panza… menos mal que nosotr@s, l@s trans, somos, más que nadie, realmente seres intermedios y solemos poder mantener ese estadio «entre dos aguas»…
por eso, debes hormonarte (sin hacer caso a las tonterías que he dicho antes), y buscar experimentar las maravillas que, sin duda, debe haber al otro lado…
Un beso muy fuerte!
Ángela.