Hace unos meses me pasó algo curioso: no podía llorar. No importaba las ganas que tuviera, o lo que me pasara. Simplemente no podía, era como si tuviese un nudo o algo que me impedía dar salida a las lágrimas.
Recordaba a Alphonse Elric, un personaje del manga «Full Metal Alchemist». Se trata de un niño de 12 años que, por accidente, perdió su cuerpo. Para mantenerlo con vida, su hermano mayor, de 14 años, ancla su alma a una enorme armadura, que se convierte entonces en su cuerpo. En una escena, Alphones explica su historia a otro personaje, y le dice que no siente hambre, ni sueño, ni puede llorar. «Creo que el día que empiece [a llorar] no podré volover a parar y lo inundaré todo», dice (más o menos).
Pues algo así me ha pasado a mi. Antes no podía llorar, no sé porqué motivo, hasta que por fin se me empezó a deshacer el nudo, poco a poco. Ahora me he pasado al otro lado, y cualquier cosa me emociona y hace que se me humedezcan los ojos. No importa si es una película, una noticia en la televisión, o incluso cuando duermo y sueño.
Lo que más me emociona son las palabras amables. Cuando alguien es amable conmigo, y me muestra apoyo, me resulta muy dificil contener las lágrimas. Incluso el mero hecho de recordarlo ya me afecta, y muchas veces me ocurre que, después de haber quedado con alguien y haber estado especialmente bien, cuando llego a casa empiezo a pensar en ello y me doy unas «panzás» de llorar que no son normales.
Voy a tener que empezar a llevar pañuelos siempre encima.
Otra cosa es que últimamente agradezco mucho el contacto físico. Antes (y con esto no me refiero a los últimos meses, sino desde siempre) me molestaba que me tocasen. Ahora lo deseo, y muchas veces pienso que me vendría bien un abrazo.
Parece que esto de vivir solo me está convirtiendo en un sentimental.
Hola Pablo,
se me ocurre lo siguiente: imagina que tu «recién adquirida sensibilidad» está motivada por un cambio fisiológico, un cambio hormonal, por ejemplo. ¿Seguirías pensando que eres «sentimental»?
A lo mejor es que veo demasiado House, donde muchas veces la gente tiene comportamientos aparentemente normales condicionados por una alteración/enfermedad. Me resulta un pensamiento curioso el que lo que «somos» pueda ser el resultado de una determinada combinación de sustancias en nuestro cuerpo.
Por ejemplo decían en la televisión hace poco que el ser una chismosa, una maruja, era por culpa de la progesterona (si no recuerdo mal). Así que yo toda la vida pensando que mi suegra era insoportable y resulta que es que debe tener un depósito de progesterona que no se lo salta un torero.
No suelo llorar de alegría, pero me pone muy triste que la gente buena se muera. Y no puedo evitar llorar como un campeón.
Un abrazo
Llorar es la más finísima, extraña y contradictoria forma de placer que se manifiesta en nuestro cuerpo. Hay placeres más explosivos, la risa, la satisfacción, la plenitud, los orgasmos. Sin embargo el llorar es una manera un tanto arcana de reconocer un estado de ánimo placentero pues se llora por reconocimiento, por añoranza, por rabia, por pena, por dolor: por placer o por ausencia de él. Llorar de alegría, es una opinión personal, es lo más parecido a un clímax racional y metafísico.
Hay un dicho que no sé si leí en el Calila e Dimna o en algún cuento árabe que decía Si no lloras, las uñas te crecen más rápido como queriendo decir que si no lloramos, nuestras manos se convierten en garras que asustan y sólo son capaces de provocar desconfianza.
Siente un abrazo, Pablo, y alcemos nuestras copas y lloremos, lloremos hasta partirnos de llanto.
Hola Pablo,
veo que el tema hormonal lo tienes dominadillo 🙂
Lo de las niñas de 16 años es increíble. Yo soy padre y si mi hija se quedase embarazada me parecería fatal que pudiese abortar sin que sus padres tuviésemos siquiera conocimiento de ello. Y no es cuestión de hacer demagogia diciendo que si está bien educada te lo contará o cosas así: es una niña y no puede tomar esa decisión sin el asesoramiento de sus padres. Con 16 años se pueden ver las cosas muy distorsionadas. Por eso son «menores de edad».
Mi mujer dice que esta barbaridad la cuentan a efectos de luego retirarla y así parecer moderados, pero colando a cambio el aborto libre. Yo creo que no, que no tienen dos dedos de frente para pensar antes de imponer.
Un abrazo