Domingo, 7 de junio de 2009, 22:00.
Manel Maciá, número 1 del PACMA (Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal) se sienta ante el televisor mientras se come una rica tortilla de patatas con cebollita que le va a caer como gloria bendita. A sus pies un par de perro dan saltos pidiéndole que comparta con ellos tan delicioso manjar.
Levemente interesado, enciende el televisor y busca alguna cadena en la que estén dando el recuento de votos de las elecciones al Parlamento Europeo. No le resulta muy difícil, y, como además no ha ido a votar ni dios, el recuento corre que se las pela.
Manel observa los trocitos de pastel de colores, entre los que predomina el rojo, el azul, y luego unos más pequeñitos. ¿Qué es ese pedacito, sólo una pequeña raya, de color verde? ¿PACMA?
El comentarista que va leyendo los resultados, dice asombrado: «y un escaño para el PACMA… Partido Antitaurino».
Asombrado, Manel se frota los ojos y llama a su mujer.
– ¡Mariaaaaaaaaa!
María acude con las manos húmedas por haber estado lavándose los dientes (ella cena más temprano porque madruga más para ir a trabajar al día siguiente).
– ¿Que pasa?
– Dime que no estás viendo lo mismo que yo… No tenemos ningún escaño ¿verdad?
La mujer se inclina sobre al pantalla del televisor y señala incrédula la raya verde.
– N-n-no puede ser… tenéis un escaño…
Sin decir nada más, Manel levanta el teléfono y llama a su madre.
– Oye mamá ¿tú nos has votado?
– ¿Yo? No hijo, que va… si yo no he ido a votar.
– Pues muy mal, hay que votar aunque sea en blanco… Bueno, ya te llamo luego, que tengo que hacer una cosa.
Acto seguido, cuelga y marca otro número, esta vez el de Marta Jimeno, candidata del PACMA al Parlamento Europeo. El teléfono fijo no responde, así que la llama al móvil.
– Marta ¿estás viendo la tele?
– No, que va. La verdad es que estoy en la calle tomando un helado, que es el cumpleaños de mi hija.
– Un poco tarde ¿no?
– Sí, pero como ahora los días son tan largos… Además, esta niña es que no se cansa, madre mía… Bueno ¿como es que me llamas?
– Pueeeees… ¿te acuerdas que te había puesto de candidata para las elecciones?
– Sí…
– Pues hemos sacado un escaño.
– ¿¿¿¿COMOOOOOO????
– Todavía no es definitivo, pero… me parece que te vas a Estrasburgo.
– ¿A Estrasburgo? ¡Pero qué me estás contando! Ni hablar. Ya me dirás que coño pinto yo en Bélgica.
– No, realmente Estrasburgo está en Francia..
– Bueno, donde sea. Yo tengo que llevar a mi niña al colegio. Y mi jefe me mata, eso seguro. Vamos, con la de lío que tengo yo aquí, como para irme a Estrasburgo. Te estás quedado conmigo ¿verdad?
– No, no. Hemos sacado un escaño de verdad.
– Anda ya… Por un momento me lo he creído y todo. Es que soy más inocente… Venga, mañana nos vemos y hablamos. Un abrazo.
La linea se corta, y Manel mira alternativamente de la pantalla del televisor a su mujer, y luego al teléfono.
– No se lo ha creido – musita para nadie.
– No me extraña – responde María -. Yo tampoco me lo creo.
Esto es una ficción, pero con la ayuda de todos nosotros, puede hacerse realidad.
¡¡¡¡VOTA POR LOS DERECHOS DE LOS ANIMALES!!!!
¡¡¡VOTA PACMA!!!
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Hola Pablo, muy gracioso
En realidad yo creo que hay que votar a los grandes partidos, PP o PSOE, que ya tienen montada toda una infraestructura de chupópteros que cuentan con vivir del dinero público toda su vida. Si no sacan votos, ¿qué hará esa gente? ¿te los imaginas trabajando?
«Señora Pajín, señora Sáenz de Santamaría, a partir de hoy van a tener que trabajar para vivir… sus partidos no llegan a los 10 votos».
¿No sería triste que tuvieran que trabajar para vivir?
Un abrazo
¿Y si ganan?
Pobre Jesulín, sigh…
Un abrazo, amigo Pablo
Hola Pablo,
lo del político honrado es una leyenda urbana, como lo del billete de 500 euros…
Te dejo un vídeo. A mí me parece muy gracioso.
http://www.youtube.com/watch?v=YgQG59jZFP0
Un abrazo