¡¡¡Por fin!!! Con muchísimo retraso, ya ha salido la tan esperada convocatoria de la oposición. Ahora ya se puede empezar a barajar fechas de exámen (a partir del 15 de septiembre, como poco, pero teniendo en cuenta la velocidad a la que están llendo las cosas, es posible que nos metamos en octubre…) y cifras.

¿Me interesa examinarme en la península, o mejor fuera? Mi idea inicial era irme a Ceuta, pero he visto que allí las notas de corte no son más bajas que en el resto de la península, e incluso las he visto un poco más bajas. Además, hay muy, muy pocas plazas, y después de presentarme a unas oposiciones con un número de plazas muy reducido, ya estoy escaldado. Luego las listas de interinos no se mueven ni para delante ni para atrás (o, a veces, sí que se mueven hacia atrás).

También he visto como son los criterios de corrección de los exámenes, y creo que todavía no estoy a la altura. Pero me falta poco…

Total, que con eso, y también gracias a mis amigos, vuelvo a tener ilusión por muchas cosas, y los ánimos repuestos.

Por otra parte… es que no aprendo. Sé que cuando hablo con algunas personas que están en mi misma situación, terminan contagiándome su ansiedad. Podría ser del revés y contagiarles yo mi paciencia… pero no, no pasa así.

Me gusta hablar con ellos, porque compartimos una serie de experiencias que nos permiten entendernos. Me hacen sentir acompañado. Pero soy demasiado empático, y acabo asumiendo sus sentimientos. Tengo que aprender a controlar eso.

Pero lo haré luego, cuando acabe de estudiar por hoy.