Hace algunos meses, todos los medios de comunicación se hicieron eco del caso de Aitor, un chico transexual al que no se le permitía el acceso al ejército por carecer de pene y testículos.

No pasó mucho tiempo hasta que la ministra de defensa, Carma Chacón, salió diciendo que ese requisito no era necesario y sería eliminado muy pronto.

En la siguiente convocatoria, los medios de comunicación volvieron a hablar de Aitor, aunque en esta ocasión era para explicar que había vuelto a ser rechazado, en este caso porque se le había pasado la edad para alistarse, que era de 26 años.

En aquella ocasión, a mi me pareció entender que la condición de no tener pene y testículos ya había desaparecido, pero hoy, hablando con un amigo que también quiere entrar en el ejército, me he enterado de que no. La cosa sigue igual.

Como no me lo podía creer (leñes, no es que piense que este chaval es un mentiroso, es que me parece increible, sobretodo teniendo en cuenta la publicidad que en su momento se le dió al asunto), mi amigo me dió el enlace al cuadro médico de exclusiones, y como me imagino que a los que leéis esto os pasará lo mismo, aquí lo dejo:

Cuadro médico de exclusiones del ejercito.

El que lo quiera encontrar rápido, que vaya al apartado J. Aparato urogenital, puntos 8 y 9.

Sin embargo, no sólo los hombres con ausencia total o parcial de pene o testículos son rechazados por el ejército. También lo son las mujeres con «Disgenesias, hipogenesias y agenesias gonadales y genitales», es decir que les falte o tenga alguna malformación en su aparato reproductor externo o interno. También están incluidas, por supuesto, las mujeres interesexuales, y, como no, las mujeres transexuales.

No entiendo muy bien qué tiene que ver la forma, tamaño, o existencia de gónadas y genitales para el ejercicio de la carrera militar. Supongo que el ejército español tan sólo quiere hombres muy machos y mujeres muy hembras. Pero, en el caso de las mujeres, que tampoco se pasen de «hembras», porque en el apartado K.7 también figura como motivo de exclusión «hipertrofia gigante de mama y otra patología mamaria que incapacite para la profesión militar». Sólo interesan hembras con las tetas chicas o medianas.

Las conclusiones de todo esto no son muy interesantes.

1) Que los políticos mienten. ¿A caso no lo sabíamos ya?

2) Que los medios de comunicación mienten y manipulan la información. Otra cosa que ya sabíamos todos.

3) Que cuando estemos ante un miembro del ejército profesional español, ya sea hombre o mujer, sabremos con bastante exactitud qué guarda dentro de los pantalones. Y si se trata de un varón, sabremos que lo del «miembro» del ejército, será tanto en sentido literal como figurado.