El martes pasado tuve mi segunda visita con la psicóloga. En esta ocasión se limitó a pasarme un test que en teoría sirve para conocer mi manera de resolver los problemas y de relacionarme con los demás. La verdad es que algunas de las preguntas me resultaron curiosas, y me dió la sensación de que, en efecto, a partir de los resultados obtenidos se puede saber bastante de la personalidad del entrevistado, a no ser que a este le de por mentir.

Por otra parte, creo que en realidad, no mucha gente mentirá a la hora de hacer los tests, ya que las preguntas por si solas no apuntaban a nada bueno o malo (excepto alguna del tipo: «¿ha forzado a otras personas a manetener contactos sexuales no deseados con usted?»), si no, simplemente, a distintas estrategias para hacer las cosas.

La consulta fue muy rápda; en menos de media hora ya estaba fuera. Pero claro, yo soy especialmente rápido respondiendo cuestinarios (después de todo, soy un profesional de la realización de entrevistas). Además, supongo que en estas primeras visitas, poca cosa será la que tenga que hablar con la psicóloga, pues no tiene muchos datos sobre mi. O quizá con otros pacientes que llegan con dudas y con más angustia que yo, tal vez necesite dedicarles algo más de tiempo. Supongo que habrá gente que tenga muchas preguntas o que necesite desahogarse con la psicóloga que supuestamente está ahí para ayudarle.

Bien, haber salido tan pronto de la consulta, me ha dejado un poco mosqueado, aunque supongo que no tengo motivos para ello, ya que terminar rápido no es ni bueno ni malo. También me produce un poco de ansiedad mirar el calendario y ver que todavía falta muuuucho tiempo para la próxima visita, y, al mismo tiempo, muy poco para el día del examen de la oposición (es curioso como cambia la percepcción del tiempo, teniendo en cuenta que el examen de oposición será seguramente en junio, y para la próxima cita ya no falta ni un mes). La cuestión es que llevo dos o tres días con los nerviosde punta. A ver si empiezo a hacer algo de ejrcicio otra vez, y me desfogo un poco.