Quien tiene un amigo, tiene un tesoro. Todos estamos de acuerdo que las personas que tienen un sólo amigo de verdad pueden considerarse muy afortunadas, ya que muchos jamás tienen la suerte de conseguirlo.
Yo tengo muchísima suerte… Bien, en algún aspecto de mi vida tenía que tener suerte ¿verdad? El caso es que no sólo tengo un amigo, si no que tengo varios, de esos a los que sabes que puedes recurrir en los momentos de mayor necesidad y no te dejarán tirados, que vienen a buscarte cuando estás triste y no te colman con sus propias desdichas a no ser que tú los busques. Amigos con los que puedes compartirlo todo, lo bueno y lo malo.
Entre esos amigos está E.S. Es mi amistad más antigua, con la que me unen quince años de buenos y malos momentos. Y hoy he estado tomando café con ella y le he estado hablando de mi disforia de género.
Siempre que hablo de esto con alguien me resulta muy duro, porque no sé que van a decir. Si me van a rechazar, si se van a asustar, si van a pensar que es un capricho mío… Pero en el caso de E.S., me sentía especialmente preocupado, ya que, en cierto modo, sentía que todo este tiempo la había estado traicionando. ¿Cómo se iba a tomar que alguien que se ha metido contigo en probadores o te ha acompañado al servicio de repente te diga que en realidad es un tío? El sábado pasado estuvimos planificando su futura despedida de soltera, a la que en teoría yo no debería ir, porque las despedidas de soltera son sólo para chicas. La verdad, tenía bastante miedo de su reacción.
El caso es que no sólo no se ha enfadado, si no que lo ha comprendido (en la medida de lo posible) y me ha ofrecido apoyo, e incluso una cama en su casa si la necesito. ¡Que alivio más grande! Aunque poco a poco me empiezo a acostumbrar. Hasta ahora todos los amigos con los que hablado han reaccionado igual. Flipando en colores, sí, pero al mismo tiempo aceptando la disforia de género como lo que es: una enfermedad que le puede tocar a cualquiera. Todos me han ofrecido comprensión y apoyo, y algunos han ido incluso hasta más lejos, ayudándome en temas de búsqueda de trabajo, o poniendo el hombro para que llore cuando estoy de bajón (lo de llorar es metafórico, ya que, por algún motivo, últimamente me cuesta horrores hacerlo).
Mis amigos me hacen sentir que todo va a salir bien, y que esta historia tendrá final feliz. A ellos y ellas, gracias.
Claro que va a salir todo bien, no lo dudes ni por un momento 😉
Por supuesto que saldrá bien ^^ ya lo verás, con esfuerzo e ilusión se consigue.
Por cierto me llamo Irene, me ha hablado de ti Mello y me ha dado esta dirección. soy una chica transexual aunque ahora aun estoy empezando con las hormigas, digo hormonas :P, mucho ánimo.
P.D. después del cambio los chicos quedáis geniales 😉
Por cierto te he comentado un par de cosas en los otros posts de septiembre 🙂
Muy buenas Irene, imagino que Mello será Mrs. M. Usa tantos nicks distintos que es difícil seguirle la pista a veces.
He leido tus otros comentarios (iré respondiendo poco a poco). Lo bueno de los blogs de wordpress es que te avisan de cada comentario que llega. Bueno, en realidad tienen muchas más ventajas, pero ahora no me voy a poner a explicarlas.
¡Muchas gracias por los ánimos a las dos! La verdad es que a menudo me siento como si me hubiese tirado a una piscina sin mirar si hay agua o no…
XD sí, se tarta de Mrs. M ^^
Y por supuesto hay agua.
Sí, es que tengo tantos nombres… XD
Hay agua, por supuesto. Con sabor a manzana (ahora me ha dado sed)
Un besazo.
Uy, en las TDN repartían agua con sabor a manzana y… ¿que quieres que te diga? Me gusta más con sabor a agua, la verdad.